[1] Como antecedente de esta creación, se suele citar la dignidad de grande que gozó con carácter vitalicio Luis Hurtado de Mendoza y Pacheco, II marqués de Mondéjar, concedida al parecer por el césar Carlos hacia 1530 y confirmada por el rey Felipe II en el año 1556, primero de su reinado.
El complicado proceso por el que este señorío se incorporó al patrimonio de los Mendoza es un ejemplo muy ilustrativo de la estrategia matrimonial del linaje, encaminada en este caso a redondear sus posesiones alcarreñas.
[4] Estas complicadas operaciones patrimoniales fueron en balde, porque los Reyes Católicos, al comienzo de su reinado, confiscaron la villa de Mondéjar y mandaron derribar su castillo para castigar el apoyo de los Mendoza a la Beltraneja en la Guerra de Sucesión Castellana.
Marina Lasso, su primera mujer y heredera de los Carrillo, había muerto sin descendencia.
La casa quedó en la de su segundo matrimonio.
Mandó las tropas castellanas que pusieron sitio a Loja, participó en la Toma de Granada y fue embajador de los Reyes Católicos cerca del Papa Inocencio VIII.
Casó dos veces: primera con Marina Lasso de la Vega y Mendoza, su prima carnal (c.1445-1477), que trajo en dote la mitad de la villa de Mondéjar y no dejó prole.
De la segunda tuvo por hijos a
En 1520 fue el primer magnate castellano que salió con sus tropas contra los comuneros, a quienes derrotó en Baza y Huéscar.
En 1526 ofreció grandes agasajos a los Emperadores Carlos e Isabel con ocasión de su casamiento en Sevilla y de la gira que hicieron por Andalucía.
Desde entonces gozó de gran valimiento con el monarca, que apreciaba mucho su consejo.
[14] Sirvió en la Jornada de Túnez, donde recibió una lanzada en el costado.
Esta señora y su primer marido ya fueron filiados más arriba como nietos del I marqués de Mondéjar.
De la primera tuvo por hijo único e inmediato sucesor a
Murió en su villa de Mondéjar durante la Guerra de Sucesión Española, en la que apoyó tibiamente al bando austracista.
Al enviudar de su primer marido, esta señora empezó a percibir una pensión que le pagaba el XIII marqués de Mondéjar, tío y sucesor del finado.
Y siendo ya condesa de Perelada, liquidaron las deudas pendientes.
[25] Estuvo casado con María Teresa de Salas Mauricio, y debió de tener por hija única a:
Casó con María Luisa Álvarez de las Asturias Bohorques y Giráldez, su prima carnal (1823-1888), la cual volvió a casar en 1854 con Luis Hurtado de Zaldívar y Heredia, marqués de Villavieja.
Casó dos veces: primera en 1875 con Miguel Carranza y del Valle (1841-c.1895), senador del Reino, y contrajo segundas nupcias en 1896 con Lorenzo Rodríguez de Gálvez y Bonilla.
En 1955 fue asignado al servicio del entonces príncipe Don Juan Carlos, como su preceptor, profesor de equitación y preparador para su ingreso en la Academia Militar de Zaragoza.
Desde esta fecha fue sustituido por Sabino Fernández Campo pero mantuvo el título honorífico de Jefe de la Casa del Rey.
Sirvió a la Corona durante todo el proceso de la Transición, facilitando un contacto fluido con los mandos militares y otros estamentos sociales y con el Conde de Barcelona, padre del rey.
Don Juan Carlos le calificó de «padre adoptivo» y «fiel consejero».
Casó en primeras nupcias con María del Carmen Vidal y Enseñat (1947-1988), y en segundas con María Vega-Penichet López (1952).