[1] Cuando Tristán de Luna y Arellano salió hacia la Florida para conquistar esos territorios, dejó a su hijo Carlos al cuidado del virrey Mendoza y Pacheco.
Refiere el historiador Juan Francisco Molina Solís: Durante su gobierno terminó de abrir y alinear los caminos que unían Mérida con Campeche, con Valladolid y con Salamanca.
También mandó construir varios mesones públicos en los caminos para facilitar el tránsito de los viajeros.
Con Antonio de Ciudad Real, provincial de los franciscanos, tuvo una disputa muy intensa al negarle a la orden la autoridad para imponer castigos físicos a los indígenas.
[1] El mariscal intentó obtener la autorización real para que su hijo, llamado Tristán como su padre, fuese nombrado Adelantado del Petén, a fin de que fuera a pacificar y someter militarmente a los mayas (grupo de los itzaes) que se habían refugiado en esa región sureña de la península.