El rey se hallaba por entonces en el castillo de la Mota (Medina del Campo, Valladolid) con toda su familia.
Si se negaban a participar, debían depositar un guante en señal de cobardía y atravesar el río vadeándolo.
El notario real Pero Rodríguez de Lena dejó por escrito una crónica del hecho.
Miles de damas, caballeros, mercaderes, campesinos, reyes, brujas, bufones, monjes, mesoneros… todos ellos ataviados con sus mejores trajes, escudos, espadas y música, llenan las calles de la villa adornada con pendones, banderas, mercado y mesones.
Construido en el siglo XIII, ha sido restaurado en distintas épocas, por lo que está bien conservado.
Se encuentra en la antigua calzada romana entre Legio (León) y Asturica Augusta (Astorga).