Su establecimiento en el reino de Córdoba propició que sus descendientes adoptasen el apellido Fernández de Córdoba.
En 1483 al capturar preso al rey de Granada, Boabdil, el Gran Capitán reorganizó el escudo de la siguiente forma: Cortado, 1.º las antedichas armas.
y 2.º de plata, el rey moro preso con una cadena al cuello moviente del flanco siniestro.
El lema de la Casa de Córdoba es "Omnia per ipso facta sunt", lo que se traduce del latín como "Todas las cosas fueron hechas por Él".
Así como la casa de Arión en el XIX.