Casa de Mendoza

Todos los miembros de la clase de los hidalgos, fueran caballeros o letrados, compartían las mismas responsabilidades con respecto a la res publica local, concretamente en la administración del reino.La mayor responsabilidad familiar era reunir, mantener, proveer y dirigir una partida armada que podían poner a disposición del rey si eran llamados por bando.Los de mayor rango, entre los caballeros, se convertían en vasallos del rey, mientras que los demás servían en las mesnadas de los vasallos o en la guardia del rey.Según las Siete Partidas de Alfonso X (siglo XIII), los vasallos del rey eran quienes recibían caballos, dinero o tierras como recompensa por servicios de armas destacados.[3]​ Además de las recompensas descritas, la corona asignaba puestos diversos en la administración del reino, con las consiguientes rentas y prebendas.Cuando los Mendoza y otras familias alavesas de caballeros pasaron a Castilla, entraron a participar en la vida pública del reino a través de una gama de actividades que hubieran resultado impensables en una monarquía más feudalizada o más centralizada.[e]​ Muerto en 1385, tuvo el acierto de elegir el lado vencedor en el momento preciso.Mendoza abandonó a Pedro únicamente cuando las torpezas del rey dieron por resultado la pérdida de Burgos y se vio claro que no podría ganar la guerra.Poco después los cautivos, ya liberados a costa de un cuantioso rescate a favor del príncipe inglés, iniciaron una serie de alianzas matrimoniales entre sí y con los epígonos.[h]​ La dilatada familia vivió una experiencia histórica común y formó una corporación cerrada dentro de la aristocracia castellana.A fin de obtener los recursos militares y las influencias políticas que necesitaba en la Corte, para recuperar la fortuna arrebatada, Íñigo practicó una política circunstancial y oportunista, sellando acuerdos que rompía a continuación, prestando su apoyo ahora a unos y luego a otros, negando sus servicios militares hasta que fueran satisfechas sus demandas, desafiando la voluntad del rey, encastillado en sus fortalezas de Hita y Buitrago o trasladándose más tarde a la corte para defender sus intereses.Esta alianza entre los linajes, Mendoza, Guzmán, Álvarez de Toledo y Velasco, frecuentemente renovada, formó un sólido bloque político durante todo el siglo XV.En 1464, se inicia en Castilla un nuevo capítulo de la tradicional lucha entre el monarca y sus parientes.El obispo de Calahorra publicó un discurso denunciando los hechos y, junto con sus hermanos, se apresuró a acudir en defensa del rey.En el documento en que se otorga este título, se designan por su nombre a varios personajes de la familia Mendoza y se indica la relación que los une con el infantado: El cardenal utilizó la influencia que ejerció sobre los jóvenes monarcas para enriquecerse y enriquecer a los suyos, situando a sus parientes en puestos influyentes de todo el reino y asegurándolos con títulos nobiliarios.Gracias a la influencia del cardenal sobre Fernando el Católico e Isabel I de Castilla, el hermano mayor, Diego Hurtado de Mendoza, fue nombrado duque del Infantado en 1475, confirmándose sus derechos sobre las posesiones vinculadas a este título.[cita requerida] Los cimientos genealógicos y políticos de esta familia quedaron asentados en los años posteriores a la batalla de Nájera; sus oportunidades para una ascensión acelerada se iniciaron al ser diezmados los ricoshombres y la vieja nobleza a finales del siglo XIV en Aljubarrota y continuaron con la necesidad de nuevos dirigentes políticos, en las luchas encarnizadas de la familia real a comienzos del siglo XV.La forma elegida por los Mendoza para crear su propio grupo, la familia, no era la única posible, pero sus rasgos legales hacían de ella una eficaz fuerza social y económica en pie de igualdad con otros grupos corporativos, como los gremios o los concejos.Con todas estas incapacidades legales, resultaba inconcebible, y evidentemente nadie lo esperaba, que un hijo intentara hacer fortuna o emprender una carrera política fuera del círculo familiar.Los miembros de la familia en sentido amplio, cuyas ramificaciones eran definidas por la misma familia, estaban obligados a actuar unidos contra los enemigos y apoyar a los aliados del grupo.Este mismo deudo unía al vasallo del rey al monarca; cuando no existían unas obligaciones jurídicamente establecidas entre las partes, subsistía el vínculo del deudo, vínculo que creaba derechos y deberes mutuos.La lealtad a la familia que demostraron los hijos de Santillana no perduró en la siguiente generación.Las mismas cotas de poder que el cardenal había asegurado a la joven generación de la familia, permitieron que sus miembros emprendieran carreras políticas más independientes.Los Mendoza que permanecieron en Castilla, aceptaron la jefatura del condestable, pero incluso en este grupo surgieron disputas, sobre todo entre el Infantado y el conde de Coruña, que debilitaron la cohesión de la familia como unidad política y militar.Mélito desempeñó un papel moderadamente importante como virrey de Valencia durante los primeros años del reinado Carlos V, en la sublevación y control de la germanías.Casó en primeras nupcias con Teresa Ugarte, heredera del señorío de Astobizas (Vizcaya).Cuando el pleito sucesorio generó, de nuevo, graves conflictos en Castilla, los Mendoza no pudieron o no quisieron actuar como un solo grupo; Tendilla en particular adoptó posiciones contrarias a la del resto de la familia.Mientras Castilla estuvo bajo el gobierno de los Trastámara, su política tuvo éxito; cuando quedó claro que la dinastía se extinguiría en Castilla, la postura adoptada por Tendilla resultó perjudicial para su influencia política y su prosperidad material, impidiendo que la familia actuara unida y debilitando la eficacia de los Mendoza en conjunto.Aunque en los siglos siguientes siempre habría algún personaje del apellido en puestos relevantes, la idea de «familia» del marqués de Santillana, no sobreviviría al siglo XVI.
Las "armas de los Mendoza" figuran entre las de los caballeros del Toisón de Oro que asistieron en 1559 al capítulo de esta insigne Orden en la Catedral de San Bavón de Gante .
Escudo de la casa de Mendoza unido al de la casa de la Vega .
Íñigo López de Mendoza.
Cardenal Mendoza.
Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza.
La princesa de Éboli.
Lope Hurtado de Mendoza, embajador de Carlos V .