A mediados del siglo XIX, la villa tenía contabilizada una población de 1698 habitantes.
En la localidad hay una iglesia bajo la advocación de San Juan Bautista.
Adosadas a cuerpo de la iglesia están la sacristía, en su parte delantera y la capilla de San José, aprovechando el espacio ocupado por un antiguo voladizo a la entrada del Templo.
A los pies hay un coro elevado sobre tres arcos de piedra, siendo el central rebajado.
Estas líneas son: Sus fiestas patronales se celebran en mayo por la patrona del pueblo la Virgen de la Pera, y en septiembre por su patrón el Cristo del Ecce Homo cuya imagen está ubicada dentro del templo.