Luis Hurtado de Mendoza, IV marqués de Mondéjar

Fue iniciado por su padre en las Letras y las artes liberales, y completó su formación asistiendo a la Corte del príncipe Carlos, hijo de Felipe II.

[1]​ En 1560 debió acudir al llamamiento para ir al reino de Granada y reemplazar a Íñigo López, su padre, en los cargos y responsabilidades que allí ostentaba.

En 1562 este último regresó de Roma y solicitó al rey que, en vista de los servicios prestados y los gastos que su estancia allí le habían ocasionado, y de la buena gestión que su hijo había llevado a cabo en Granada, le concediera a este las tenencias que él poseía en el reino de Granada.

Así lo consintió el monarca español, por una cédula del 9 de marzo de 1562 que ordenaba:[1]​ Durante la rebelión de las Alpujarras permaneció en la ciudad granadina con todo lo necesario para controlar a la población morisca del barrio del Albaicín.

Luego de este episodio no regresó a Granada, sino que permaneció en la Corte.