Íñigo López de Mendoza y Quiñones
Se educó en la casa-palacio que su abuelo paterno, el marqués de Santillana, tenía en Guadalajara, ciudad donde probablemente nació.Supieron las banderas castellanas que la ciudad de Alhama, en pleno corazón del reino nazarí, se hallaba descuidada.[2] Su toma no fue tanto por motivos estratégicos sino propagandísticos, dada la relación de los emires granadinos con la ciudad, y la gran dificultad para defenderla una vez en manos cristianas.[1] A finales de 1485, los Reyes Católicos le nombran embajador ante el papa Inocencio VIII.El escritor italiano le dedicó una obra a su embajada romana, Inachus, que, aunque escrita en aquella época, no se publicó sino hasta 1511.Actuó en múltiples combates y ostentó varios cargos durante la guerra, Alcaide de Alcalá la Real.Luego mandaría las tropas contra los moriscos, sublevados nuevamente en las Alpujarras, junto al Gran Capitán y el rey Fernando.