[4] El líder del austracismo castellano fue Juan Tomás Enríquez de Cabrera, almirante de Castilla, que ya antes de la muerte de Carlos II había encabezado, junto con la reina el "partido alemán" que intentó presionar al rey para que en su testamento nombrara como su sucesor al segundo hijo del emperador Leopoldo I, el archiduque Carlos, y que en cuanto Felipe V ocupó el trono marchó a Portugal, donde consiguió que su rey abandonara la alianza con los borbones y se integrara en la Gran Alianza.[9] En el ideario del austracismo de la Corona de Aragón, especialmente el de Cataluña, el factor dinástico no fue el elemento determinante como en el austracismo castellano sino el sentimiento antifrancés y, sobre todo, la defensa del modelo pactista y "constitucionalista" de las relaciones entre el soberano y sus súbditos, que anteponía la fidelidad a la "patria" a la fidelidad al rey si este violaba las leyes e instituciones propias que la caracterizaban y definían.En uno de los documentos del Tratado Felipe V otorgaba la amnistía a los austracistas y se comprometía a devolverles sus bienes que habían sido confiscados durante la guerra y en la inmediata posguerra.[15] Buena parte de los austracistas de Viena, especialmente los que ocupaban cargos en la corte imperial, no volvieron a España, y allí mantuvieron una destacada actividad política e intelectual y mantuvieron contactos, como el conde de Cervellón o el jurista Domènec Aguirre, con destacados eruditos residentes en España como los valencianos Gregorio Mayans, de familia austracista, y Manuel Martí.En aquellos años aparecieron diversas obras como Record de l'Aliança, atribuida al antiguo conseller en cap Rafael Casanova y en la que se denunciaban los compromisos incumplidos por los británicos; La voz precursora de la verdad, en la que se propugnaba la formación de una gran alianza antiborbónica; o Via fora els adormits, que defendía la vuelta a la Monarquía de los Austrias y si no era posible que los británicos impusieran una «república libre del Principado».En América el austracismo, aunque fue una amenaza latente que generó un miedo inicial a la Corona (sobre todo en el Caribe por la presencia anglo-holandesa), no llegarían a tener grandes repercusiones y no lograrían generar una Guerra civil como en la Península.[19] Aunque es un aspecto que ha sido poco estudiado en la historia del Virreinato del Perú (debido a que las autoridades borbónicas hicieron todos los esfuerzos por olvidarlos), existe documentación de que en el Perú el austracismo estuvo presente más que todo en las provincias del interior (con mayor impacto en la sierra sur) dónde por costumbre se había concentrado una sociedad muy conservadora y tradicionalista.Por otra parte, en la zona costeña (sobre todo en Lima), la gente solía ser más abierto a adoptar corrientes novedosas por un "anhelo de modernidad".En contra del proyecto modernista de Estado absoluto y centralizado, que traía desde Francia el ideal de los Borbones, los austracistas americanos empezaron a realizar conspiraciones contra el gobierno del Reformismo borbónico, en el Perú se encontraban ciertos nobles de provincia, autoridades indígenas y órdenes clericales (mayormente un sector de jesuitas y franciscanos), los cuales se agruparon mayormente en las zonas rurales (sobre todo en la sierra sur), mientras los borbonistas mayormente se asentaron en las ciudades y urbes más modernizadas de la costa (como Lima).Aquello sería expresado cuando en 1706, el gobernador de Cuba le impidió a los buques franceses a estacionarse en el puerto y conseguir provisiones, lo cual provocó una batalla con los marinos franceses en las que fallecieron 90 de estos y varios españoles.[19] En Nueva España, los anti-Borbónicos llegaron a circular rumores sobre que existían embarazos en las 2 esposas de Carlos II.[19] En la Capitanía General de Venezuela sucedería un hecho muy escandaloso, puesto que por un breve momento llegaría a proclamarse al archiduque Carlos como rey (en gran medida por influencia de las colonias anglo-holandesas cercanas).Así, Capocelato, aprovechando el aislamiento de Venezuela con la metrópoli y la falta de refuerzos franceses, ofrecería múltiples bienes y víveres que estaban escaseando en el territorio para convencer a los pobladores para que juren a favor del archiduque Carlos, lo cual haría el gobernador Nicolás Eugenio de Ponte y Hoyo (temiendo además a la flota anglo-holandesa cercana).Otro referente del austracismo en la zona fue un amigo de Capocelato, el jesuita alemán Miguel Schabel, que tenía varias amistades tanto en Europa y América, llevando panfletos propagandísticos, recibidos en Inglaterra, a favor de los austracistas.
Sombrero austracista.
El opúsculo atribuido a Rafael Casanova
Record de l'Aliança
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16
]
recuerda al rey
Jorge II de Gran Bretaña
la
alianza pactada en Génova
en 1705 entre el Principado de Cataluña y el Reino de Inglaterra a fin de auxiliar al Archiduque Carlos
"a la entera recuperación de toda la Monarchía de España"
,
La implicación de Felipe V en la
guerra de sucesión polaca
(1733-1738) debido a los
Pactos de Familia
desencadenó las esperanzas de los austracistas en pos de recuperar la «Libertad de Cataluña». Fue publicado en enero de 1736, el
«22º año de nuestra esclavitud»
.