Diego Fernández de Quiñones I

Conocido como «el de la buena fortuna» debido a la riqueza y propiedades que acumuló, así como por su longevidad, tuvo un papel destacado en la política nobiliaria y militar del Reino de Castilla.

Es importante no confundirlo con su nieto, Diego Fernández Quiñones, quien sería el primer conde de Luna.

Gracias a los estratégicos matrimonios concertados con linajes influyentes como los Enríquez, Pimentel, Acuña, Mendoza, Manrique y Bazán, los Quiñones fortalecieron su red de alianzas y extendieron su influencia en el reino castellano.

Luna, quien ejercía una gran influencia sobre el rey Juan II, emprendió diversas medidas para limitar el poder de las principales familias nobiliarias del reino, entre las que se encontraba la casa de Quiñones.

La fundación de estos mayorazgos representó una estrategia común en la nobleza medieval para conservar las propiedades familiares frente a los cambios políticos.

Escudo de los Quiñones conformado por un jaquelado de veros