[1] El término se usa en un sentido técnico en diversos campos como la filosofía, la lógica, las matemáticas y la ciencia.
En griego el término usado es alétheia (αλήϑεια), cuyo significado etimológico es: sin velos, desvelada.
El término hebreo אמת eméth (relacionado directamente con אֱמוּנָה/ emunah [actualmente se pronuncia emuná] ), a menudo traducido “verdad”, puede designar aquello que es firme, digno de confianza, estable, fiel, un hecho veraz o establecido.
[4] La verdad es concebida como alétheia o descubrimiento del ser que se encuentra oculto por el velo de la apariencia.
Son los primeros en considerar la verdad como un contenido subjetivo y, por tanto, escéptico Algunos filósofos griegos sostenían que la verdad o no era accesible a los mortales o tenía una accesibilidad muy limitada, lo que formó un escepticismo filosófico temprano.
Revaluando Avicena, y también san Agustín y Aristóteles, Tomás de Aquino declaró en sus Cuestiones disputadas sobre la verdad :Una cosa natural, colocada entre dos intelectos, se llama verdadera en la medida en que se ajusta a cualquiera de ellos.
Escribió una reformulación de la opinión de Aristóteles en su Suma teológica como adecuación del entendimiento con la cosa, Adaequatio rei et intellectus,[44][45] lo que se ha llamado impropiamente verdad lógica que hoy llamaríamos verdad semántica o verdad epistemológica.
Para Tomás de Aquino, la inteligencia humana ("intus", interior y "legere", leer) tiene la capacidad de llegar a la esencia y existencia de las cosas porque tiene un carácter no material, elemento espiritual, aunque algunos elementos morales, educativos y otros pueden interferir con su capacidad.Para los escolásticos verum (verdadero), lo mismo que unum (uno-identidad) y bonum (bien-bueno), es una propiedad trascendental del ente, de tal forma que son perfectamente convertibles como equivalentes con el ente, en tanto que el conocimiento verdadero supone la verdad ontológica como verdad metafísica en la adecuación del ente con el entendimiento.
La escisión materia-forma, conciencia-extensión, sujeto-objeto, puesta en escena por Descartes como res cogitans-res extensa, y definitivamente consagrada como fenómeno-noúmeno por Kant, encuentra su resolución y superación en la filosofía de Hegel en el fundamento que las unifica: el Absoluto.
La cosa, como resultado, no es sino el cadáver que queda del proceso dialéctico de la tendencia que lo ha generado: el devenir; proceso dialéctico donde aparecen y se resuelven las contradicciones en la unidad del Todo como Sujeto Absoluto.
[84] La progresión lógica o la conexión de esta línea de pensamiento es concluir que la verdad puede mentir, ya que las verdades a medias son engañosas y pueden llevar a una conclusión falsa.
Pero en el siglo XIX la hermenéutica adquiere una nueva dimensión a partir del sentido del conocimiento que introduce Schleiermacher quien propone un sistema circular que conocemos como el círculo hermenéutico.
Michel Foucault critica el concepto de "verdad" ya que, según él entiende, la "verdad" corresponde a tal o cual determinada episteme; por tal motivo la "verdad" es siempre la "verdad" que legitima al poder de turno.
[95][96] La Razón se disuelve en su propio discurso; la verdad queda apresada en la manifestación del lenguaje y en su efectividad.
[97] La "verdad" de la "Razón Moderna" se disuelve en la estructura del lenguaje, cuyo uso no requiere fundamentación alguna.
Daniel Bell (1960), desde posturas políticamente conservadoras, había vaticinado "el fin de las ideologías" en la "sociedad postindustrial".
Señala en su obra "Las contradicciones fundamentales del capitalismo", que el problema real de la modernidad es la creencia.
El proceso del conocimiento como información genera una "meritocracia" basada en la tecnología y las comunicaciones.
Samuel Phillips Huntington por su parte considera que esto conduce a un choque de civilizaciones.
[102] La idea general se remonta por lo menos a algunos de los filósofos griegos clásicos, tales como Sócrates, Platón y Aristóteles.
Otros miembros de esta corriente de pensamiento, como Brand Blanshard sostienen que este todo debe ser tan interdependiente que todo elemento en él necesita, e incluso implica, cualquier otro elemento.
[111] Las teorías pragmáticas de la verdad afirman que una proposición es verdadera si resulta útil o funciona en la práctica.
Los criterios de verdad definen qué se entiende por «verdad» y nos ayudan a decidir si una proposición es verdadera o falsa.
El problema: ¿Se puede presentar una definición satisfactoria que sea materialmente adecuada y formalmente correcta del término verdadero?
Estas últimas son ideas o proposiciones que serían verdaderas para todas las culturas y tiempo.
La verdad lógica, (hoy día más bien se denomina "epistemológica"), como conocimiento de verdad objetiva encuentra su máximo exponente en la verdad científica.
[146] La verdad formal se entiende solo en el sentido de verdad lógica, como tautología, que no habla del mundo.
La verdad racional, como problema, en encuentro mundanal, posibilitante de posibilidades, surge como cumplimiento, puesto que es actuación en un logos, es lógica; pero al mismo tiempo, por ello mismo, la verdad racional es cumplimiento, es decir "realización de posibilidades".
Se trata de la actuación realizada por una potencia individual, sin duda alguna, pero es al mismo tiempo una actualización realizada de las cosas, puesto que dicha verdad no es algo separado del proceso en que se cumple.
¿o son diferentes "justificaciones" racionales en cada momento o situación histórica y cultural según nuevos modos de interpretar la realidad percibida en la experiencia?