[1][2] El perspectivismo rechaza por imposible la metafísica objetiva y sostiene que no hay evaluaciones objetivas que trasciendan las formaciones culturales o las designaciones subjetivas.
Siempre adoptamos perspectivas por defecto aunque no nos demos cuenta de ello y los conceptos individuales de existencia están definidos por las circunstancias que rodean al individuo.
En consecuencia, puede decirse que cada perspectiva queda subsumida en una medida objetiva general de la proposición bajo examen y contribuye, tomando en cuenta el contexto individual, a dicha medida objetiva.
[6] Para entender el lenguaje actual, Ortega y Gasset abordó el perspectivismo desde varios puntos de vista.
[8] Posteriormente, en El tema de nuestro tiempo trató esta idea como mediación entre el racionalismo y relativismo.