Experiencia

Entendida como un evento consciente en el sentido más amplio, la experiencia involucra un sujeto al que se presentan varios elementos.

En este sentido, la experiencia suele identificarse con la percepción y contrastarse con otros tipos de eventos conscientes, como pensar o imaginar.

En un sentido ligeramente diferente, la experiencia se refiere no a los eventos conscientes en sí mismos, sino al conocimiento práctico y la familiaridad que producen.

Esto se asocia tanto con la familiarición recurrente en el pasado como con las habilidades aprendidas a través de ella.

Las experiencias perceptivas, por ejemplo, representan el mundo externo a través de estímulos registrados y transmitidos por los sentidos.

[5]​ En un sentido diferente, "experiencia" se refiere no a los eventos conscientes en sí mismos, sino al conocimiento y la familiaridad práctica que traen consigo.

[2]​[6]​[7]​ Según este significado, una persona con experiencia laboral o un excursionista experimentado es alguien que tiene una buena familiaridad práctica en el campo respectivo.

Esto incluye varios tipos de experiencias, como percepción, conciencia corporal, memoria, imaginación, emoción, deseo, acción y pensamiento.

[1]​ La fenomenología es la disciplina que estudia las estructuras subjetivas de la experiencia, es decir, cómo es desde la perspectiva en primera persona experimentar diferentes eventos conscientes.

En este sentido, a veces se sostiene que la experiencia y el pensamiento son dos aspectos separados de la vida mental.

[1]​ En otro sentido, la experiencia no se refiere a los eventos conscientes en sí mismos, sino al conocimiento que producen.

Pero el conocimiento y las habilidades obtenidos directamente de esta manera suelen limitarse a simples reglas generales.

Pero en estos debates se suele dar especial importancia a las experiencias, ya que parecen constituir la forma más fundamental de intencionalidad.

Los teóricos de datos sensoriales, por ejemplo, sostienen que la experiencia inmediata solo consiste en sensaciones básicas, como colores, formas o ruidos.

[1]​ Simplicidad significa, en este contexto, que lo dado constituye elementos básicos libres de cualquier interpretación o inferencia adicional.

Pero no puede estar equivocado en ciertos aspectos más fundamentales de cómo nos parecen las cosas, por ejemplo, que al sujeto se le presenta una forma verde.

[35]​[36]​ Esta representación del mundo externo se realiza a través de estímulos registrados y transmitidos por los sentidos.

[37]​ Pero tales indicaciones no se encuentran en todas las experiencias engañosas, que pueden parecer tan fiables como sus contrapartes correctas.

[40]​ Los disyuntivistas, por otro lado, intentan resolver el problema negando que las percepciones verídicas y las ilusiones pertenezcan al mismo tipo de experiencia.

[46]​ La experiencia imaginativa implica una forma especial de representación en la que los objetos se presentan sin pretender mostrar cómo son las cosas en realidad.

[48]​[49]​ A menudo se sostiene que tanto la imaginación como la memoria dependen del contacto perceptual previo con los contenidos experimentados.

Es similar a la memoria y la imaginación en que la experiencia del pensamiento puede surgir internamente sin ninguna estimulación de los órganos sensoriales, en contraste con la percepción.

[65]​[66]​ Pero también suelen involucrar varios otros componentes, que no están presentes en todas las experiencias de placer o dolor.

[94]​[95]​[96]​ Las experiencias extracorporales implican la impresión de estar separado del propio cuerpo material y percibir el mundo externo desde esta perspectiva diferente.

Pueden tener varias causas diferentes, como lesiones cerebrales traumáticas, drogas psicodélicas o parálisis del sueño.

[102]​[103]​[96]​[95]​ Las experiencias extracorporales y las experiencias cercanas a la muerte, por otro lado, se utilizan a menudo para defender un dualismo mente-cuerpo al sostener que el alma puede existir sin el cuerpo y continúa existiendo después de la muerte del cuerpo.

[119]​ Intenta entender cómo esta comprensión previa trae consigo varias formas de interpretación que moldean la experiencia y pueden introducir distorsiones en ella.

[4]​ Si es racional para alguien creer en una determinada afirmación depende, entre otras cosas, de las experiencias que esta persona ha hecho.

[149]​[150]​[151]​ Esto es especialmente relevante desde la perspectiva de las ciencias naturales, ya que parece posible, al menos en principio, explicar el comportamiento y la cognición humanos sin referencia a la experiencia.

Este sistema se opone académicamente a la «medicina basada en la evidencia» en donde son los estudios clínicos y el conocimiento teórico que prima en las decisiones.