Así, mientras el marketing tradicional se centra en aspectos del producto como su calidad, sus características y sus beneficios, la mercadotecnia experiencial se centra en el propio cliente y las experiencias que este obtiene durante la comercialización y uso del producto o servicio[1][2] La metodología de la mercadotecnia experiencial se basa en utilizar tácticas y enfoques innovadores basados en la creación de experiencias para llegar al consumidor de forma creativa, convincente y memorable, de forma que éstos no se limiten a escuchar o leer los mensajes publicitarios, sino que los vivan.[5] En 1998, Pine y Gilmore lanzan la obra Experience Economy que fue la primera referencia teórica para el desarrollo de la mercadotecnia experiencial.La mercadotecnia experiencial nace como respuesta al cambio de paradigma en la relación marca-cliente: el consumidor del siglo XXI ya no es un actor pasivo y tiene un perfil más crítico e informado, que busca sensaciones nuevas incluso en el mismo proceso de compra, y que rechaza la uniformidad de las propuestas del mercado actual.La participación del cliente se mide a través de la comparación entre las expectativas y los estímulos recibidos.Schmitt desarrolla cinco modelos de respuesta que representan la experiencia del cliente.Estos son denominados módulos experienciales estratégicos: sentimientos, sensaciones, pensamientos, actuaciones y relaciones.
Los
hoteles Ritz-Carlton
incorporan estrategias de
marketing
experiencial dentro y fuera de la organización