Realidad

El término también se usa para referirse al estado ontológico de las cosas, lo que indica su existencia.

[4]​ La palabra en español 'realidad' engloba dos aspectos significativos, cada uno de los cuales plantea diversos problemas que se exponen a continuación: Todo lo que hay como Universo puede ser considerado: En la filosofía clásica y tradicional la realidad ha sido considerada en estrecha relación con los conceptos de esencia y existencia.

Los empiristas mantienen un escepticismo filosófico acerca del conocimiento que trascienda la experiencia.

Kant intenta una síntesis entre racionalismo y empirismo que al menos justifique la razón de la ciencia como conocimiento verdadero que, en la Edad Moderna, está mostrando unos frutos indudables en el conocimiento de la Naturaleza.

Se distinguen varios conceptos de lo real que son sometidos a crítica: Nicolai Hartmann propone una ontología descriptiva que establezca claras distinciones entre los distintos conceptos de lo real: Realildad lógica, realidad cognoscitiva, realidad esencial etc. evitando aplicar a una forma de realidad las categorías que corresponden exclusivamente a otra.

Las dificultades que encontraron para llegar a individualizar los elementos constitutivos últimos de la materia junto con las paradojas lógicas hicieron insostenible su posición.

La primera es el conjunto de las cosas tal cual son percibidas por el ser humano; la realidad es, pues, fenomenológica y resulta ser el soporte de las fantasías (la palabra "fantasía" si es una imaginación recurrente debido a una neurosis suele ser llamada "fantasma" o, en francés: phanthome (sin ninguna connotación preternatural o "paranormal")).

Para tan importante diferenciación Lacan parte de una nueva interpretación del psicoanálisis: Lo que se denomina usualmente 'realidad' está 'teñido' y limitado por los medios lingüísticos culturales.

Culturalmente se establece el predominio del significante como comprensión estructural del propio sujeto que se escinde de esta forma entre el inconsciente y el habla consciente por la cual trata vanamente de constituirse como un yo:[15]​ "No he sido esto sino para llegar a ser lo que puedo ser", permanente asunción que el sujeto hace de "sus" espejismos.

Cuando los Devas, los hombres y los Asuras -leemos en el primer Brahmana de la quinta lección del Bhrad-Aranyaka Upanishad- terminaban su noviciado con Prajapati [lo aparentemente concreto; la realidad]], le hicieron este ruego: "Háblanos".

Esto es, prosigue el texto, lo que la voz divina hace oír en el trueno: sumisión, don, merced.

Las percepciones e interpretaciones de la realidad sobre las que construimos nuestras evidencias no nos permiten afirmar que una sea la verdadera y las demás «falsas», como suele considerar la conciencia no crítica o las explicaciones feroces.

Y cualquier otra pretensión en este sentido, tipo positivista-relativista o realista-materialista está condenada al fracaso.

El realismo ingenuo se conoce como realismo directo cuando se desarrolla para contrarrestar el realismo indirecto o representativo, también conocido como dualismo epistemológico,[25]​ la posición filosófica de que nuestra experiencia consciente no es del mundo real en sí, sino de una representación interna, una realidad virtual en miniatura.

A un nivel más práctico el psicólogo estadounidense John Maxtell introduce una nueva perspectiva.

[26]​ Las experiencias privadas, la curiosidad, la indagación y la selectividad involucrada en la interpretación personal de los eventos da forma a la realidad tal como la ve una sola persona[27]​ y, por lo tanto, se le llama fenomenológica.