Un sello distintivo del conflicto ha sido el nivel de violencia que lo ha protagonizado durante casi toda su duración.
Luego de una breve independencia hebrea, el Imperio romano invadió y conquistó la región, constituyendo varias provincias: Samaria, Galilea, Perea y Judea; esta última unía los territorios del antiguo Reino de Judá con el que correspondía a los filisteos, que cortaba a Judá la salida al mediterráneo.
Sin embargo, durante el periodo de guerra, las autoridades del Imperio otomano detuvieron casi por completo la emigración judía.
[15] Los inmigrantes judíos venidos desde Europa alteraron el equilibrio demográfico y se encontraron con una creciente hostilidad por parte de la población árabe autóctona.
[15] En respuesta a estos altercados, la comunidad judía creó la organización paramilitar Haganá para defensa armada de los intereses sionistas.
En un control del ejército británico se entabló una lucha en la que resultó muerto el clérigo y varios de sus hombres.
Se usó a los palestinos como escudos humanos para disuadir de las minas que los insurgentes colocaban en las carreteras.
También se creó la organización Mossad le'Aliyah bet, para introducir clandestinamente judíos en territorio palestino, en contra de las restricciones británicas.
[15] Algunas autoridades palestinas también intentaron buscar apoyo en Alemania, llegando a entrevistarse el Gran Muftí de Jerusalén, Amin al-Husayni, con Adolf Hitler.
Las Naciones Unidas crearon un comité especial para estudiar el asunto, UNSCOP (United Nations Special Committee on Palestine).
Naciones unidas, preocupada ante la crisis humanitaria, emitió varias resoluciones y creó la misión de mediación UNTSO, enviando observadores.
[35] Durante los años 50 continuó el flujo migratorio de judíos hacia Israel, pero varió en gran medida su origen y tipo.
Los Israelíes respondieron bombardeando el Aeropuerto de Beirut y destruyendo 13 aviones Boeing le la compañía libanesa Middle East Airlines.
Se produjeron intensos combates la capital Amán, entre las fuerzas armadas jordanas y los activistas palestinos, que duró 10 días.
Esta última guerra y ataques terroristas hicieron que occidente empezara a interesarse por la situación en Oriente Medio.
La ONU creó la fuerza de interposición UNIFIL, para impedir enfrentamientos en la zona y que los terroristas siguieran lanzando ataques desde allí, contra Israel.
Durante treinta y seis hora los falangistas asesinaron sistemáticamente a centenares de palestinos, con conocimiento del ejército israelí.
Al aumentar las revuelta, Israel empezó a aplicar castigos colectivos, arrestos generalizados, detenciones sin cargos y demolición de viviendas.
Muchos palestinos verían con buenos ojos estos ataques, ante su frustración, porque la Primera Intifada solo había servido para aumentar las restricciones y represión que padecían.
[51] El acuerdo planteaba solución a algunos de los temas en disputa entre ambas partes, aunque dejaba otros, más importantes, para posteriores negociaciones.
Al terminar el rezo los palestinos arrojaron piedras contra la policía, a lo que esta respondió abriendo fuego real.
La administración Bush, acogió de buen agrado la renovación del cargo, pero Ariel Sharón, se negó a negociar con él.
Esto le supuso a Hamás el triunfo abrumador en las elecciones celebradas en 2006 y aceptadas como justas por los observadores internacionales.
Hamás llevaba tiempo reforzando las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam, y lanzando cada vez más cohetes Qassam sobre Israel, desde su dominio Gaza.
Por otra parte, Hamás tiene su origen en los Hermanos Musulmanes y se supone que mantiene relación con otros grupos islámicos extremistas[64] sunitas o chiíes, como Hezbolá.
[102][103][104][105] Desde 1970 se han mantenido conversaciones intermitentes y propuestas varias partes con la intención de resolver el Conflicto israelí-palestino.
El excanciller israelí Shlomo Ben Ami, que llevaba un diario de las negociaciones, dijo en una entrevista en 2001, cuando se le preguntó si los palestinos hicieron una contrapropuesta: No se encontró ninguna solución sostenible que pudiera satisfacer tanto las demandas israelíes como las palestinas, incluso bajo una intensa presión de EE. UU.
Se propuso eliminar el «control temporal israelí» en determinadas áreas, y la parte palestina lo aceptó como base para futuras negociaciones.
Este plan no ha intentado resolver las cuestiones difíciles, como el destino de Jerusalén o los asentamientos israelíes.
1930 octubre País: Reino Unido Motivo: Recomendado por la Comisión Shaw para Investigar la Inmigración, asentamientos y desarrollo, como causas de los Disturbios palestinos en 1929.