Sin embargo, muchos expertos legales y diferentes personas y organismos, interpretando literalmente la Carta, tienen la opinión, de nulo valor jurídico, de que estas resoluciones del Consejo de Seguridad, al adoptarse al margen del Capítulo VII, no tienen carácter vinculante.
Entre los dos estados se debe establecer una unión económica, aduanera y monetaria.
Aprobada por 33 votos (incluidos los Estados Unidos y la URSS), frente a 13 votos en contra y 10 abstenciones (incluido Gran Bretaña que espera tras la resolución de los problemas mantener su influencia), esta resolución fue rechazada por los árabes y criticada por los sionistas, que a pesar de todo se adhirieron a ella.
La Asamblea decidió, a consecuencia de la expulsión forzada de centenares de miles de árabes: "que hay lugar para permitir a los refugiados que lo deseen regresar a sus hogares lo más pronto posible y vivir en paz con sus vecinos, y que se deben pagar indemnizaciones a título de compensación por los bienes de aquellos que decidan no regresar a sus hogares y por todos los bienes que hayan sido perdidos o dañado, en virtud de los principios del derecho internacional o en equidad, esta pérdida o este daño debe ser reparado por los gobiernos o autoridades responsables".
[cita requerida] En agosto de 1973, dos cazabombarderos israelíes interceptaron un avión comercial libanés en el propio espacio aéreo libanés y le obligaron a aterrizar en territorio israelí.
Además, exhorta a Israel para que, como potencia ocupante, respete escrupulosamente los Convenios de Ginebra relativos a la protección de personas civiles en tiempo de guerra, rescinda sus medidas anteriores y "desista de adoptar medida alguna que ocasione el cambio del estatuto jurídico y la naturaleza geográfica y que afecte apreciablemente la composición demográfica de los territorios árabes ocupados desde 1967, incluso Jerusalén, y, en particular, que no traslade partes de su propia población civil a los territorios árabes ocupados".
La resolución "no reconoce" la Ley de Jerusalén y demás medidas de Israel y hace un llamamiento a todos los miembros de la ONU para que acaten esta decisión y para que retiren las representaciones diplomáticas que hayan establecido en Jerusalén.
Además, se exige que Israel revoque su decisión de inmediato.
Para ello, pide que todas las fuerzas extranjeras restantes se retiren del Líbano (en ese momento, Siria ocupaba militarmente el Líbano, por lo que criticó la resolución [1]) y exhorta a que «se disuelvan y desarmen todas las milicias libanesas y no libanesas».
En 2006, la resolución sigue sin ser cumplida, dado que la milicia chií proiraní Hezbolá no se ha disuelto y sigue controlando militarmente buena parte del sur del Líbano.