El Consejo declaró asimismo que si Israel repitiera actos similares, este órgano consideraría adoptar los pasos adecuados para hacer que se apliquen sus resoluciones.
[1] El 10 de agosto de 1973,[2] un avión civil libanés arrendado por Iraqi Airways[1] que realizaba la ruta Beirut-Bagdad[2] con 81 pasajeros a bordo[2] fue interceptado por cazabombarderos israelíes en el espacio aéreo del Líbano[1] y obligado a aterrizar en territorio israelí.
[2] Algunos países del Consejo de Seguridad como India, la Unión Soviética, Indonesia, China o Yugoslavia consideraron que la resolución no era suficientemente contundente con Israel y que debían habérsele impuesto sanciones económicas.
[2] Sin embargo, el embajador de Estados Unidos en la ONU declaró que, si la resolución hubiese llevado aparejadas sanciones económicas, Estados Unidos habría usado su poder de veto para evitar que la propia resolución prosperase.
[2] Por su parte, el Jefe de Estado Mayor del ejército israelí, David Elazar, se mostró desafiante y declaró que su país realizaría más acciones de este tipo en un futuro próximo.