Monte del Templo

Denominado por los musulmanes Noble Santuario está considerado el tercer lugar más santo en el islam (tras La Meca y Medina), y también es el lugar más sagrado del judaísmo, ya que en el monte Moriá se sitúa la historia bíblica del sacrificio de Isaac.

Las murallas y puertas herodianas, con adiciones hechas durante los períodos bizantino tardío e islámico temprano, atraviesan los flancos del monte.

[2]​ En virtud del statu quo vigente, los judíos no pueden acceder a la Explanada para rezar, aunque sí pueden hacerlo en calidad de visitantes.

Las obras fueron acabadas más tarde por Salomón en lo que se conoce como Primer Templo o Templo de Salomón y cuya descripción solo conocemos a través de la Biblia, ya que fue profanado y destruido por Nabucodonosor II en el 586 a. C., dando inicio al exilio judío a Babilonia.

El muro occidental, conocido como Muro de las Lamentaciones, aún se conserva y constituye el lugar de plegaria más importante para los judíos debido a que se constituye como la pared más cercana al Santo Santuario en la actualidad.

Según la tradición judía, es el sitio donde debería construirse el tercer y último templo en los tiempos del Mesías.

La pugna sobre el derecho de los judíos a rezar y visitar el Monte del Templo es histórica.

Modelo del segundo Templo de Jerusalén en el siglo I d. C.
Cartel a la entrada de la Explanada colocado por el Gran Rabinato de Israel, prohibiendo el acceso debido a su carácter sagrado (1978).
Detalle de la Cúpula de la Roca.
Muro de la explanada.