Estos «levantamientos» han sido objeto de crítica por distintos sectores sociales y organizaciones, ya que estos generalmente están promovidos por grupos religiosos extremistas que incitan abiertamente la violencia hacia civiles y a sembrar el terror.
Estos alzamientos se encuentran entre los aspectos que más han influido en el desarrollo del conflicto árabe-israelí en las últimas décadas.
Los palestinos interpretaron este acto como una provocación y reaccionaron arrojando piedras a las fuerzas israelíes.
Las protestas fueron masivas tanto en Cisjordania y Gaza como en todos los países musulmanes.
Hasta el momento, los disturbios provocaron al menos dos muertos y más de 100 heridos.