Brutalidad policial

La brutalidad policial es un término utilizado para describir el uso excesivo de fuerza física, asalto, ataques verbales y amenazas por policías y otras fuerzas.

Por ejemplo, el Nuevo Testamento registra muchos incidentes en la cual guardias romanos infligieron violencia injustificada a miembros de la creciente minoría cristiana.

La investigadora Marilynn S. Johnson describe en uno de sus libros que era cuestión de rutina que las patrullas aporrearan a los ciudadanos con porras y cachiporras.

Durante la guerra de Vietnam, las manifestaciones contra la guerra fueron reprimidas a veces mediante el uso de porras y gas CS, comúnmente conocido como gas lacrimógeno.

Al igual que con el caso de la ley seca durante los años veinte y treinta, la Guerra contra las Drogas, iniciada por el presidente Richard Nixon en 1969 se caracterizó por el aumento de la mala conducta policial.

Los críticos sostienen que una menalidad de «guerra santa» ha contribuido a fomentar una nueva versión militarizada de la policía, donde la confrontación ha sustituido a la investigación.

En los Estados Unidos, la raza y la brutalidad policial siguen estando estrechamente vinculados, y el fenómeno ha provocado una serie de disturbios raciales en los últimos años.

El ambiente fue particularmente volátil debido a que el hecho había sido filmado por un espectador y ampliamente difundida después.

Como resultado, la brutalidad policial y los abusos han persistido sin cesar e impertérrita en todo el país.

Sin embargo, otros estudios han demostrado que en la mayoría de los casos la brutalidad policial no se denuncia.

La brutalidad policial es a menudo asociada con las diferencias religiosas, políticas y socioeconómicas entre la policía y los ciudadanos pueden contribuir a la creación de una relación en la que algunos agentes de policía pueden ver a la población o en una parte de ella como un grupo al que castigar, al tiempo que estas porciones de la población ven en la policía a un grupo opresor.

El informe pasa a examinar los factores sistémicos, que incluyen: Es posible que un gran número de personas puedan percibir el uso de la fuerza por la policía como excesiva aun cuando la fuerza utilizada sea razonable o cuando las circunstancias lo aconsejen.

Este poder lo otorga el gobierno civil, con los límites establecidos en la ley orgánica y en los artículos sobre derecho común.

Otra organización que trabaja en los casos de brutalidad policial es Amnistía Internacional.

Por ello, es deseable que los policías estén mejor equipados tanto para reducir los riesgos que enfrentan ellos y la población, como para resguardar adecuadamente el derecho a la vida y al debido procedimiento de los sospechosos de actos criminales.

Miembros de la policía de Chicago arrastrando a un manifestante contra la guerra de Vietnam por la avenida Míchigan el 28 de agosto de 1968, durante la Convención Nacional Demócrata .
Policía de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México sometiendo a un manifestante.
El trabajador David Kirkwood en el suelo después de ser capturado por policías durante la batalla de George Square , en Glasgow (Escocia), el 31 de enero de 1919).
La carga de Ramón Casas (1903). La obra muestra a un Guardia Civil cargando contra la multitud durante una huelga en Barcelona .