[2] El año 1969 comenzó en España en un ambiente políticamente convulso, en un contexto internacional marcado por el Mayo del 68 francés.
[3] El conjunto del movimiento antifranquista consideró la muerte de Enrique Ruano como un asesinato, y se produjeron diversas movilizaciones en protesta por los hechos.
[4] Asimismo, las pruebas forenses practicadas tras la exhumación del cadáver revelaron que Ruano había sufrido «una lesión no compatible con la precipitación».
[7] Los presuntos culpables, los agentes Colino, Simón y Galván resultaron finalmente exonerados por «falta de pruebas concluyentes».
Sólo en 1996, 27 años después, fueron encausados los tres policías que se encontraban con Enrique Ruano cuando éste cayó.
[8] El sindicalista José Luis Úriz recuerda en su testimonio Peleando a la contra el momento en que fue detenido y torturado cuando estudiaba ingeniería de telecomunicaciones en Madrid por el inspector Antonio González Pacheco, conocido como Billy el Niño.
Posteriormente, serraron el hueso de la clavícula para que no apareciese la bala y falsearon la autopsia.
El Tribunal consideró que, en todo caso, se produjo una deficiencia en la custodia del detenido por parte de los agentes, cuya consecuencia fue su muerte.