Declaración Balfour

[7]​ Con la reorganización política ocasionada por el estallido de la Primera Guerra Mundial, los cálculos anteriores, que habían caducado desde hace algún tiempo (los propios intentos anteriores de Theodor Herzl para obtener apoyo internacional para su proyecto habían fracasado) dieron lugar a una renovación de las evaluaciones estratégicas y la negociación política con respecto al Medio y Lejano Oriente.

[8]​[iii]​[iv]​ El nacionalismo romántico en Europa central y oriental en ese siglo ayudó a impulsar la Haskalá o «Ilustración judía», creando una división en la comunidad judía entre los que veían el judaísmo como su religión, y los que lo veían como su origen étnico o nación.

[14]​ Herzl murió en 1904 sin el prestigio político requerido para llevar a cabo su agenda de un hogar judío en Palestina.

[7]​ El líder sionista Jaim Weizmann, más tarde presidente de la Organización Sionista Mundial, comenzó a vivir en el Reino Unido en 1904 y se reunió con Balfour durante su campaña electoral de 1905-1906[15]​ en una sesión organizada por Charles Dreyfus, su representante electoral judío.

[v]​ Durante el primer encuentro entre Weizmann y Balfour en 1906, Balfour preguntó a Weizmann sobre las objeciones sionistas al Plan de Uganda de 1903, que consistía en otorgar una parte del África Oriental Británica al pueblo judío como patria.

Aunque había cierta tensión con la población local (principalmente entre los comerciantes y las clases notables), en 1901 Constantinopla dio a los judíos los mismos derechos que los árabes para comprar tierras y el porcentaje de judíos en la población aumentó al 7 % en 1914.

Nadie puede decir cuál podría ser el curso de los acontecimientos en Palestina sin ella.

[d]​ Dos días más tarde, Weizmann se reunió de nuevo con Balfour, por primera vez desde 1906.

[e]​ Un mes más tarde, Herbert Samuel hizo circular un memorando titulado The Future of Palestine ante sus colegas del Gabinete.

[39]​ Diecisiete años después, en sus War Memoirs, Lloyd George describió estas reuniones como «la fuente y el origen» de la declaración, aunque esta afirmación ha sido rechazada por los historiadores.

[i]​ Este acuerdo secreto fue negociado a principios de 1916 entre Mark Sykes y François Georges-Picot.

[62]​ Lloyd George consultó inmediatamente a su Gabinete de guerra sobre una «nueva campaña en Palestina, en cuanto El Arish hubiera sido asegurado».

[77]​ Lloyd George dijo a la Comisión Real Palestina en 1937 que la declaración fue realizada «debido a razones propagandísticas [...] en particular, la simpatía judía confirmaría el apoyo de los judíos estadounidenses, y haría más difícil para Alemania reducir sus compromisos militares y mejorar su posición económica en el frente oriental».

Sin embargo, los árabes podrían ser manejados, sobre todo si recibían el apoyo judío en otros asuntos».

[r]​ Con respecto al Gabinete de guerra, para ayudar a las discusiones, la Secretaría del Gabinete solicitó aclaraciones interministeriales, así como las opiniones del presidente Woodrow Wilson y en octubre, presentaciones formales de seis líderes sionistas y cuatro judíos no sionistas.

I have much pleasure in conveying to you, on behalf of His Majesty's Government, the following declaration of sympathy with Jewish Zionist aspirations which has been submitted to, and approved by, the Cabinet:

Le quedaré agradecido si pudiera poner esta declaración en conocimiento de la Federación Sionista.

[77]​ La frase «hogar nacional» se usó intencionalmente en lugar de «Estado» por oposición al programa sionista dentro del gabinete británico,[xvi]​ aunque los principales arquitectos de la declaración consideraron que un Estado judío surgiría con el tiempo.

[121]​ Por ejemplo, la expresión «hogar nacional» carecía de valor jurídico o precedente en el derecho internacional,[xvi]​ por lo que su significado no era claro en comparación con otros términos como «Estado».

[xvi]​ Con respecto al alcance del Hogar Nacional Judío, el borrador inicial de la declaración, contenido en una carta enviada por Rothschild a Balfour, se refería al principio de que «Palestina debería ser reconstituida como el Hogar Nacional del pueblo judío».

[129]​ En el texto final, siguiendo la enmienda de Lord Milner, la palabra «reconstituida» fue removida y reemplazada por «en».

[168]​ Los sionistas habían sido conscientes de los esbozos del acuerdo desde abril, y específicamente la parte relevante para Palestina, después de una reunión entre Weizmann y Sir Ronald Cecil, donde Weizmann dejó muy claras sus objeciones al esquema propuesto.

[170]​ La publicación de la intención galvanizó al sionismo, que finalmente había obtenido un estatuto oficial.

[xx]​ En la campaña del Sinaí y Palestina en curso, tanto Gaza como Jaffa cayeron varios días después.

[177]​[178]​ Se pensaba que sería un modelo de asentamiento para la futura actividad judía estadounidense en Palestina.

[119]​ Como lo describió el filósofo palestino-americano Edward Said en 1979, se percibió que se hacía: «(a) por una potencia europea, (b) sobre un territorio no europeo, (c) en un plano desprecio tanto de la presencia y los deseos de la mayoría nativa residente en ese territorio, y (d) tomaban la forma de una promesa sobre este mismo territorio a otro grupo extranjero».

[190]​ Husayn también había tomado conocimiento del acuerdo Sykes-Picot, cuando fue filtrado por el nuevo gobierno soviético en diciembre de 1917, pero se satisfizo con dos telegramas insinceros de Sir Reginald Wingate, que había sustituido a McMahon como Alto Comisionado de Egipto, asegurándole que los compromisos británicos con los árabes seguían siendo válidos y que el acuerdo Sykes-Picot no era un Tratado formal.

Tanto Milner como Smuts estaban dispuestos a dejar a Palestina bajo la soberanía nominal otomana y este punto de vista, respaldado por Lloyd George, prevaleció incluso sobre las objeciones del Ministerio de Relaciones Exteriores y Lord Curzon.

[ai]​ No concedo una importancia indebida a este movimiento, pero es cada vez más difícil afrontar el argumento de que es injusto pedir al contribuyente británico, ya abrumado con impuestos, que asuma el costo de imponer a Palestina una política impopular.

[xxvi]​ La piedra fundacional para el Israel moderno había sido puesta, pero la predicción de que esto sentaría las bases para una armoniosa cooperación árabe-judía resultó ser una ilusión.

«Memorando a los Monarcas Protestantes de Europa para la restauración de los judíos en Palestina», de Lord Shaftesbury, como se publicó en el Colonial Times , en 1841.
El Programa de Basilea , aprobado por el Primer Congreso Sionista en 1897, en el cual la primera línea declara: «El sionismo busca establecer un hogar para el pueblo judío en Palestina garantizado por el derecho público».
Memorando del Gabinete de Herbert Samuel, The Future of Palestine , como fue publicado en los documentos del Gabinete británico (CAB 37/123/43), el 21 de enero de 1915.
Una copia del borrador inicial de la declaración, de Lord Rothschild, junto con su carta de presentación, 18 de julio de 1917, desde os archivos del abinete de guerra británico.
Como parte de las discusiones del Gabinete de Guerra, se buscaron opiniones de diez líderes judíos «representativos». Los partidarios eran cuatro miembros del equipo negociador sionista (Rothschild, Weizmann, Sokolow y Samuel), Stuart Samuel (el hermano mayor de Herbert Samuel) y el rabino principal Joseph Hertz. Aquellos en contra eran Montagu, Philip Magnus, Claude Montefiore y Lionel Cohen.
Acta del Gabinete de guerra británico, aprobando la emisión de la declaración, 31 de octubre de 1917.
Edwin Samuel Montagu , el único judío en una posición de alto nivel en el gobierno británico, [ 161 ] ​ escribió un memorando el 23 de agosto de 1917, donde declaraba su creencia en que: «La política del Gobierno de Su Majestad es antisemita en resultado y proveerá un punto de encuentro para los antisemitas en cada país del mundo».
La Declaración Balfour, publicada en The Times , 9 de noviembre de 1917.
El periódico árabe palestino más popular, Filastin (La Palestine) , publicó un editorial de cuatro páginas dirigido a Lord Balfour en marzo de 1925.
Escritorio de Lord Balfour, en el Museo de la Diáspora Judía , en Tel Aviv .