La sociedad civil se concibe como el espacio de vida social organizada que es voluntariamente autogenerada, independiente, autónoma del Estado y limitada por un orden legal o juego de reglas compartidas.
Involucra a ciudadanos actuando colectivamente en una esfera pública para expresar sus intereses, pasiones e ideas, y para intercambiar información alcanzando objetivos comunes.
[1] En otra definición, la sociedad civil son agrupaciones ciudadanas que buscan incidir sobre asuntos específicos relacionados con temas como género, salud, educación, ambiente, bienestar social, desarrollo, cultura y derechos humanos, entre otros, que por lo general actúan para cubrir de manera directa "las incapacidades estatales para dar respuestas a demandas postergadas y crecientes de una gran porción de la población".
El concepto decimonónico incluyó también a las universidades, colegios profesionales y comunidades religiosas.
Más recientemente se han distinguido tipos de asociación civil según la distancia que guardan con respecto a la política.
[8] La sociedad civil es un universo que abarca a todos los individuos como iguales.
La Cruz Roja francesa es una organización muy grande, con edificios, vehículos, empleados y voluntarios, que está estrechamente asociada al Estado ya que, por ejemplo, responde a accidentes o atentados (el ataque terrorista a los espectadores del Bataclan, por ejemplo).
Contribuyen a la defensa de los asalariados, pero también están asociados como interlocutores con los empresarios y el Gobierno.
[13] Por ejemplo, los líderes sindicales pueden garantizar que el crecimiento económico beneficie a los trabajadores, los líderes religiosos pueden abogar por una mayor inclusión en los asuntos económicos, las ONG pueden señalar y documentar prácticas empresariales perjudiciales, etc.[14] Esencialmente, la sociedad civil crea capital social, que el Banco Mundial define como "las instituciones, relaciones y normas que conforman la calidad y cantidad de las interacciones sociales de una sociedad".
[15] Por ejemplo, un estudio reveló que las tasas de abandono escolar en zonas de Estados Unidos con mejores redes sociales eran más bajas que en zonas con redes sociales más débiles.
Estos grupos influyen en las políticas medioambientales estableciendo una agenda para reparar los daños causados al medio ambiente.