Piotr Kropotkin afirmó a principios del siglo XX, que cierto tipo de asociaciones de ayuda mutua preceden incluso a la propia cultura humana, siendo un importante factor en la evolución y en la supervivencia del más apto.
Las sociedades de ayuda mutua de la época actual, no solamente comparten recursos materiales, ya que en muchos casos también profundizan y educan en valores sociales relacionados con la independencia y el carácter moral.
Muchos gobiernos a todos los niveles (han apoyado diferentes tipos de sociedades benéficas, en los últimos doscientos años.
[1] Escribiendo en 1890 sobre el nivel alcanzado por la caridad privada, Jacob Riis dijo: "Nueva York es, creo, la ciudad más caritativa en el mundo.
En ninguna otra parte se ha desarrollado una predisposición tan grande por ayudar ...".