Originalmente apolítica, propugnaba la organización voluntaria de la sociedad desde los sindicatos, y posteriormente fue derivando a posturas muy diferentes.
En 1921 se produce una escisión entre reformistas (principalmente socialistas) y revolucionarios (comunistas), creando estos últimos la CGT–Unitaria.
En 1940 el gobierno colaboracionista de Vichy disuelve e ilegaliza la CGT y las confederaciones sindicales afiliadas.
Desde la liberación de Francia en 1944, la CGT se convirtió en el principal sindicato del país al reunir en su seno a casi todo el mundo sindical.
En los últimos años la CGT se ha ido librando parcialmente de la tutela comunista, acercándose a la socialdemocracia.