Nacionalismo palestino

En su libro Palestinian Identity: The Construction of Modern National Consciousness (1997), el historiador Rashid Khalidi señala que la estratificación arqueológica que muestra la historia de Palestina —abarcando los períodos bíblico, romano, bizantino, omeya, fatimí, cruzado, ayubí, mameluco y otomano— forma parte de la identidad del pueblo palestino contemporáneo tal y como se llegó a entender a lo largo del siglo XIX,[2]​ pero rechaza los esfuerzos de algunos nacionalistas palestinos en intentar rastrear anacrónicamente en la Historia una conciencia nacionalista que es, de hecho, relativamente moderna.

[4]​ Khalidi describe a la población de la Palestina mandataria como una población con «identidades superpuestas», que expresaban lealtades hacia pueblos, regiones, el proyecto de nación palestina, la inclusión en la Gran Siria, el proyecto nacional árabe y el islam.

[5]​ Apunta que «el patriotismo local aún no se podía describir como un nacionalismo de Estado-nación».

[6]​ El historiador israelí Haim Gerber, profesor de Historia islámica en la Universidad Hebrea de Jerusalén, hace remontar el nacionalismo palestino a un jurista islámico del siglo XVII, el muftí Khayr al-Din al-Ramli (1585–1671), que vivía en Ramla.

Asegura que los edictos religiosos (fatwa, plural fatawa) de Khayr al-Din al-Ramli, que fueron recopilados en 1670 bajo el título al-Fatawa al-Khayriyah, demuestran una conciencia territorial: «Estas 'fatawa' son archivos contemporáneos sobre la época, y dan una visión compleja de las relaciones agrarias».

[11]​ En su libro The Israel-Palestine Conflict: One Hundred Years of War, el especialista en historia de Oriente Próximo James L. Gelvin declara que «El nacionalismo palestino surgió durante el período de entreguerra en respuesta a la inmigración y los asentamientos sionistas».

Y todos los nacionalismos se definen por aquello al que se oponen.»[12]​ Bernard Lewis sostiene que los árabes palestinos del Imperio otomano no oponían una nación palestina al sionismo, porque el mero concepto de nación era un concepto desconocido para los árabes de la región en aquella época, y que no apareció hasta más tarde.

En respuesta, Ibrahim Pasha envió su ejército que acabó por vencer a los últimos rebeldes el 4 de agosto en Hebrón.

[10]​ Mientras que el nacionalismo árabe, al menos en su forma temprana, y el nacionalismo sirio eran las tendencias dominantes junto con la lealtad al Estado otómano, la política palestina se caracterizaba por una reacción contra la dominación extranjera y el incremento de la inmigración extranjera, en particular sionista.

En junio de 1914, los programas de cuatro sociedades nacionalistas palestinas, jamyyat al-Ikha’ wal-‘Afaf (Hermandad y pureza), al-jam’iyya al-Khayriyya al-Islamiyya, Shirkat al-Iqtissad alFalastini al-Arabi y Shirkat al-Tijara al-Wataniyya al-Iqtisadiyya fueron publicados en el periódico palestino Filastin.

No solo consolidó así su relación con las autoridades otómanas cuando estas retomaron el poder en la región, sino que logró reconciliarse luego con los egipcios.

Los Nashasibi eran rivales tradicionales de los Al-Husayni, y las autoridades británicas repartieron los puestos políticos entre ambos clanes.

[25]​ Contribuyó a la creación del National Defence Party (Partido Nacional de Defensa) en 1934.

La familia Tuqan, cuya rama política tendría orígenes en el norte de Siria,[27]​ se habría instalado en Naplusa en el siglo XII.

En 1918, cuando los movimientos árabes palestinos cobraron fuerza en Jerusalén, Jaffa, Haifa, Acre y Nablus, Aref al-Aref junto con Hajj Amīn, su hermano Fakhri Al Husseini, Ishaaq Darweesh, Ibrahim Daeweesh, Jamal al-Husayni, Kamel Al Budeiri, y Sheikh Hassan Abu Al-So’oud fundaron el Club Árabe (Al-Nabi Al-Arabi).

[34]​ En 1919, en respuesta al temor palestino de que la Declaración Balfour prosperase, se fundó la sociedad secreta al-Kaff al-Sawada’ (La Mano Negra.

Su nombre pronto cambió a al-Fida’iyya, Los auto-sacrificados) que más adelante jugó un papel importante en las actividades clandestinas antibritánicas y antisionistas.

Ibrahim Hammani se encargaba del entrenamiento y ‘Isa al-Sifri elaboró un código secreto para las correspondencias.

El coronel Storrs, gobernador militar de Jerusalén, lo destituyó sin investigar el tema y le sustituyó por Raghib.

[40]​ El nepotismo y el favoritismo caracterizaron el mandato de Hajj Amīn como presidente del Consejo.

[50]​ La ruptura en el seno del Alto Comité Árabe (un grupo formado por notables tradicionales) entre opositores y partidarios de la partición convirtió a Amin al-Husayni en el líder del Comité que, con el apoyo de la Liga Árabe, rechazó el Plan.

Fawzi al-Qawuqji, comandante del Ejército Árabe de Liberación quedó como el único mando militar prominente.

[54]​ El primer ministro de esta administración con sede en Gaza era Ahmed Hilmi Pasha, y el presidente era Amin al-Husayni,[55]​ expresidente del Alto Comité Árabe.

Allí, se fue desmoronando debido a su impotencia y terminó cuatro años más tarde como un departamento de la Liga Árabe.

En 1950, Yasser Arafat fundó la Unión General de Estudiantes Palestinos (Ittihad Talabat Filastin) en El Cairo.

En 1968, Yasser Arafat proclamó que la batalla de Karameh, en la que el ejército israelí lanzó un ataque contra el campo de refugiados palestinos de Karameh en Jordania, fue una victoria (en árabe, karameh significa "dignidad") y se convirtió rápidamente en un héroe palestino al retratarse como el que se había atrevido a desafiar a Israel.

[70]​ En 1987 la Intifada cogió a la OLP por sorpresa, y sus líderes en el extranjero sólo pudieron tener una influencia indirecta sobre los acontecimientos.

[74]​ Durante la Intifada Hamás desplazó el monopolio de la OLP como único representante del pueblo palestino.

Pero para muchos aún siguió siendo un tema tabú hasta que Arafat reconoció oficialmente a Israel en 1988, bajo fuertes presiones estadounidenses.

Abbas le sustituyó por Muhammad Ahmad Hussein al que se veía como un político moderado.

Artículo de The Times informando sobre las revueltas del 8 de abril de 192.
Encuentro de Amin al-Husayni con Gamal Abdel Nasser , futuro presidente de Egipto, en 1948.
Isaac Rabin , Yasir Arafat y Bill Clinton en la firma de los Acuerdos de Oslo el 13 de septiembre de 1993.