El Reino Árabe de Siria había sido proclamado poco antes, cuando un ejército árabe, que incluía al coronel británico Thomas Edward Lawrence (Lawrence de Arabia), derrotó a los otomanos y se hizo con Damasco.
Presuntamente, los maronitas libaneses combatieron en el bando francés, reacios a ser gobernados por un Reino de Siria dominado por los musulmanes.
Los franceses, bajo el mando del general Henri Gouraud y apoyado por voluntarios maronitas de Monte Líbano, derrotaron fácilmente a la resistencia siria, cuyas fuerzas consistían en unos pocos cientos de soldados regulares y unos mal armados voluntarios de Damasco; el comandante sirio murió en combate.
Los Británicos le nombrarían al año siguiente como el primer Rey de Irak.
La batalla dio paso a una nueva era bajo el colonialismo francés y eventualmente dio origen a más rebeliones al norte de Siria y en los alrededores de Damasco.