Siria (provincia romana)

Cneo Pompeyo Magno convirtió Siria en una provincia romana en el año 64 a. C., tras derrotar al rey Antíoco XIII durante la tercera guerra mitridática, y así el Imperio seléucida dejó de existir.

La legión, sin embargo, fue emboscada y destruida por rebeldes judíos liderados por Simón bar Giora en la batalla de Beth Horón,[1]​ un resultado que sorprendió al liderazgo romano.

También en el siglo I, fue el ejército sirio el que posibilitó en parte el ascenso de Tito Flavio Vespasiano.

El 20 de diciembre, Vitelio fue derrotado y al día siguiente Vespasiano fue proclamado emperador por el Senado.

[2]​ En 97, cuando el emperador Nerva nombró a Trajano como su sucesor, su gobernador Marco Cornelio Nigrino Curiacio Materno fue evaluado como su potencial rival debido a su prestigiosa carrera militar bajo Domiciano, por lo que fue abruptamente cesado y sustituido provisionalmente por Aulo Larcio Prisco, legado de la Legio IV Scythica, quien ocupó interinamente el cargo de gobernador como pro legatus consularis hasta la llegada de Javoleno Prisco en 99.