Basílica de San Pedro

También la mayoría de los papas han sido enterrados en San Pedro desde la época paleocristiana.

El primer papa que consideró la reconstrucción o, al menos, hacer cambios radicales, fue Nicolás V en 1452.

El plan iniciado por Julio II continuó a través de los papados de León X (1513-1521), Adriano VI (1522-23), Clemente VII (1523-1534), Paulo III (1534-1549), Julio III (1550-1555), Marcelo II (1555), Paulo IV (1555-1559), Pío IV (1559-1565), san Pío V (1565-1572), Gregorio XIII (1572-1585), Sixto V (1585-1590), Urbano VII (1590), Gregorio XIV (1590-1591), Inocencio IX (1591), Clemente VIII (1592-1605), León XI (1605), Paulo V (1605-1621), Gregorio XV (1621-1623), Urbano VIII (1623-1644) y de Inocencio X (1644-1655).

[15]​[16]​ El propio Julio II eligió esta fecha como la más propicia para comenzar las obras por consejo de sus astrólogos, que previamente habían realizado los cálculos por mandato suyo.

[18]​ La cúpula central, inspirada en la del Panteón de Agripa, se situaba sobre el crucero, y las restantes en los ángulos.

[19]​ Bramante fue apodado «maestro ruinoso», y Andrea Garner se burló de él en la sátira Scimmia («Mono»), publicada en Milán en 1517, donde presenta al arquitecto fallecido ante san Pedro, que le recrimina la demolición cuando le propone la reconstrucción del cielo.

[18]​ Sangallo presentó en 1546 un costoso modelo de madera, en la actualidad almacenado en la basílica, en el que sintetizaba todas las ideas surgidas con anterioridad.

Defendió la planta centralizada ideada por Peruzzi, cubierta por una enorme cúpula mayor que la planeada por Bramante, y rematada con un gigantesco doble tambor; el conjunto quedaba flanqueando con dos altos campanarios.

No obstante, la aportación más importante del genio fue la gran cúpula que se encuentra justo sobre el altar mayor y el sitio donde la tradición indica que se localiza la tumba del apóstol san Pedro.

La basílica se dio por concluida en 1626 y fue consagrada solemnemente por el papa Urbano VIII, aunque todavía quedaban muchos detalles por terminar.

Formado por cuatro columnas torsas con volutas, presenta decoración vegetal, ángeles y telas simuladas; por todas partes aparecen las abejas, símbolo heráldico de los Barberini a cuya familia pertenecía el pontífice.

Esta configuración es idea de Miguel Ángel y se mantuvo en el cuerpo longitudinal añadido por Carlo Maderno.

Los muros exteriores de la basílica, exceptuando la fachada principal, se componen por superficies planas separadas por pilastras.

La basílica cuenta con seis campanas: Cuando suenan las seis campanas al unísono se llama plenum, esto sucede en las fiestas más importantes del año litúrgico: Pascua de Resurrección, Navidad, Epifanía y Pentecostés.

Esta medida se aplicó para eliminar cualquier duda sobre el color del humo que precede al anuncio «Habemus Papam».

En la cara interna de la puerta se encuentra la huella de la mano del escultor y un momento del Concilio Vaticano II en el que el primer cardenal africano, Laurean Rugambwa, rinde homenaje al papa.

5)[45]​ fue mandada construir por el papa Eugenio IV a Antonio Averulino Filarete, que la realizó entre 1439 y 1445.

7),[47]​ está realizada en bronce por Vico Consorti en 1950 y fue donada al papa Pío XII por los católicos suizos para el jubileo de ese año.

En el entablamento del arco sobre la puerta aparece la inscripción: PAVLVS V PONT MAX AÑO XIII.

En los de la derecha, comenzando por el altar, la caridad, la fe, la inocencia, la paz, la clemencia, la constancia, la misericordia y la fuerza.

La capilla fue diseñada por Carlo Maderno para conectar la actual basílica con el cuerpo de la antigua.

55)[98]​[109]​ adornado con un mosaico del siglo XVIII; frente a este, el monumento al Pío VIII (núm.

Enfrente, se sitúa el «Altar del Sagrado Corazón de Jesús» (núm.

Por último, antes del presbiterio, se encuentra el «Altar de San Pedro curando a un paralítico» (núm.

Estos dos cuerpos se corresponden con dos órganos construidos a principios del siglo XX por Vegezzi-Carlo Bossi y Walker.

[122]​ El transepto sur es similar al anterior,[123]​ encontrándose los altares dedicados a san José (núm.

[98]​[157]​[158]​[159]​ En los pilares que sustentan la cúpula se presentan cuatro esculturas mirando al altar, encargadas por Urbano VIII, son: San Longinos (núm.

Se construyó desde 1547 hasta 1590 por Miguel Ángel Buonarroti, quien después falleció y ocupó su lugar su discípulo Giacomo Della Porta.

En 1776, el papa Pío VI encargó a Carlo Marchionni la ejecución del actual edificio, cuya construcción se completó en 1784.

Las Grutas Vaticanas se formaron por la diferencia de cota entre la nueva y la antigua basílica.

Vista general de la basílica con la cúpula.
Cátedra de San Pedro.
La tumba de San Pedro vista desde las Grutas Vaticanas .
Dibujo realizado por H. W. Brewer en 1891 del estado de la basílica en 1483-1506
Proyecto de Miguel Ángel.
Imagen conjunta representando el loci Circi Neronis , la basílica antigua y la basílica nueva.
Vista de la basílica y la plaza por Viviano Codazzi en una pintura de 1630. Aparecen dos torres campanario en una recreación fantasiosa a partir de diseños para la fachada entre los trabajos de Maderno y la intervención de Bernini.
Aspecto de la basílica de San Pedro en el siglo XIX , según una fotografía de la época.
Obelisco vaticano y Columnata de Bernini.
Vista de noche de la basílica.
Plano de la basílica.
Campanas bajo el reloj de la izquierda de la fachada de la basílica.
Puertas de la basílica, en primer término la «Puerta de Filarete».
Puerta Santa.
Nave central de la basílica.
Techo de la nave.
Tumba de Juan Pablo II .
Tumba de Pío X .
Relieve de León I el Magno expulsando a Atila .
Proyecto de órgano para la basílica ofrecido a León XIII en 1888.
Altares de la crucifixión de san Pedro, san José y Santo Tomás.
Presbiterio de la basílica.
Vista interior de la cúpula donde se puede apreciar la inscripción.
Sacristía de la basílica.
Escalera de acceso a las Grutas Vaticanas desde la parte frontal del Altar Papal, rodeada de lámparas votivas.