Rafaela Porras y Ayllón

Al año siguiente ingresó en la asociación de hermanas del sagrado corazón, donde tomó el nombre de Rafaela María del Sagrado Corazón.Cuando la congregación se trasladó a Sevilla, las dos hermanas se quedaron en Córdoba donde, con la ayuda del obispo Ceferino González y Díaz Tuñón, fundaron el Instituto de Adoratrices del Santísimo Sacramento e Hijas de María Inmaculada, origen de la congregación.Poco tiempo después de la fundación se trasladó con otras dieciséis religiosas a Andújar y después a Madrid, donde se les concedió la aprobación diocesana en 1877.Posteriormente, en 1887 el Papa León XIII aprobó la Congregación Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús.La congregación empezó a crecer con nuevas fundaciones: Córdoba (1880), Jerez de la Frontera (1883), Zaragoza (1885), Bilbao (1886), Cádiz (1890) y Roma (1892).