[5] Los contactos con el Arzobispo Antonio María Claret y con santa Soledad Torres Acosta, fueron madurando para salir del Instituto de las Siervas de María para dar vida a una nueva familia religiosa, que tuviera la exclusiva de la asistencia a los enfermos en los hospitales y en sus domicilios,.La primera casa dedicada a la asistencia domiciliaria y hospitalaria para enfermos la abrió en Bilbao en 1871.En 1892 abrió una guardería pionera en Tolosa (Guipúzcoa) además de otras 39 casas más en otros lugares.[3]La institución fue creciendo desde su primera casa abierta en Bilbao en 1871, de tal forma que cuando María Josefa falleció en 1912 eran 43 las casas fundadas y un millar las religiosas de la institución.Pero en 1926, al crecer su fama de santidad, sus restos mortales fueron trasladados a la Casa Madre del Instituto, y sepultados en la capilla donde aún reposan.En 2008 se inaugura en el barrio bilbaíno de Miribilla una iglesia que lleva su nombre.