[4] Los Actus Silvestri (obra legendaria del siglo V) indican que su madre se llamaba Justa,[5] aunque este documento no se considera fuente confiable ni confirmatoria de la vida de Silvestre I.[7] El largo obispado de Silvestre no se destacó por su acción personal, y por ello la leyenda posterior lo ha realzado inventando episodios maravillosos y una relación personal con el emperador que no existió, aunque se menciona incluso en la actualidad en textos periodísticos o devocionales.Este organizó y presidió un concilio general de todo el episcopado del Imperio.Se ignora cómo fueron recibidas estas disposiciones por Silvestre pero, en 326, Roma estableció una fecha pascual diferente a la de Alejandría.Esta ausencia del papa en ambos concilios creó un precedente en la creencia católica que seguirá siendo válido durante los siglos IV y V, la negativa de los obispos romanos a asistir en persona a los sínodos convocados por el emperador cristiano.[12][11] En el mundo grecorromano, era usual que las autoridades hicieran, a sus expensas, obras públicas en favor de una ciudad, una comunidad o un culto religioso; a esta costumbre se le da el nombre de evergetismo.El Emperador promovió la construcción de numerosos edificios religiosos, para cuyo mantenimiento donó terrenos y propiedades procedentes del inmenso patrimonio imperial, acumulado durante los tres siglos anteriores.Estas construcciones, que debían responder a las características del culto cristiano, se construyeron tomando como modelo los espacios cerrados de reunión propios del mundo helenístico y ya adoptado por los romanos: la basílica.La leyenda, tenida por histórica, alcanzó gran popularidad en Occidente pero también en Oriente, e inspiró cierto detalles del Liber pontificalis.En la Divina Comedia, Dante Alighieri evocó la leyenda en un símil usado por Guido de Montefeltro:[19] La primera mención de la donatio, sin citarla, aparece en la última década del siglo VIII, cuando Adriano I logra que Carlomagno, "nuevo Constantino", confirme las prerrogativas del obispo romano sobre ciertas ciudades de Italia concedidas por Pipino, el Breve.non la tua conversion, ma quella dote che da te prese il primo ricco patre!¡ Ah, Constantino, cuánto mal produjo, no tu conversión, sino la dote que por tí hizo rico al primer Padre !No fue hasta mediados del siglo XV, con el resurgimiento de la erudición clásica y la crítica textual, que los humanistas, y finalmente la burocracia papal, comenzaron a darse cuenta de que el documento no podía ser genuino.El cardenal Nicolás de Cusa declaró que era una falsificación y se refirió a ella como una obra apócrifa.La tiara usada por los papas refleja parcialmente la leyenda de la Donación y por ello algunas narraciones medievales le atribuyeron su introducción.También da nombre a la competición deportiva brasileña Corrida Internacional de São Silvestre.
Fresco de la capilla de San Silvestre en la
Basílica de los Cuatro Santos Coronados
, Roma (ca. 1247). Constantino (a la derecha) entrega la tiara al papa Silvestre.
Bautismo de Constantino por el papa Silvestre, fresco de la Basílica de los Cuatro Coronados, ca. 1247. Se inspira directamente en los Actus Sylvestri.
Silvestre I, retrato imaginario en un libro publicado en 1842:
The Lives and Times of the Popes
de Chevalier Artaud de Montor. Aparece usando la llamada "Tiara de San Silvestre".