Día del Señor

Día del Señor (en griego neo-testamentario: ἡμέρα κυρίου ēmera Kyriou, en hebreo bíblico: יום יהוה Yom Yahweh, en latín: dies Dominicus) es un término usado diecinueve veces en el Antiguo Testamento (Isaías 2:12; 13:6, 9: Ezequiel 13:5, 30:3; Joel 1:15, 2:1, 11, 31, 3:14; Amos 5:18, 20; Abdías 15; Sofonías 1:7, 14; Zacarías 14:1; Malaquías 4:5) y cuatro veces en el Nuevo Testamento (Hechos 2:20; 2 Tesalonicenses 2:2; 2 Pedro 3:10).

Escritores del siglo ii, como Justino Mártir, escriben sobre la práctica de algunos cristianos guardando el domingo.

Estos primeros cristianos creían que la resurrección y ascensión de Cristo era señal del mundo renovado en Jesús, así el domingo y el sábado se asociaron.

Se ha argumentado que La Iglesia carecía de autoridad para imponer un novedoso cambio del descanso sabático para obtener el culto dominical universal.

El apóstol Juan se refiere al «día del Señor» como κυριακός ἡμέρα («Kyriaki himera») (Apocalipsis 1:10).

[6]​ «Kyriaki», que significa «Señor», más adelante se convirtió en la palabra griega para el domingo.

La traducción al latín del término griego «Kyriaki himera» es «Dominĭcus dies».

[7]​[8]​ Los apóstoles de Jesús se reunían el domingo para la partición del pan (Hechos 20:7), pero no hay ninguna mención a que Cristo hubiera dado instrucciones de cambiar el día reposo.

La mayoría de las confesiones cristianas actualmente consideran al domingo como el día del descanso, un día sagrado y que habitualmente conlleva la asistencia a misa o al servicio dominical correspondiente.

En el Nuevo Testamento aparece ocho veces la expresión «primer día de la semana» pues el texto griego del Nuevo testamento no dice literalmente "primer día de la semana" sino "μια σαββατον" que literalmente significa "el primero de los sábados".(S.

Los católicos guardan el domingo porque en este día ocurrieron los hechos más importantes relacionados con la salvación, basados en la traducción antes mencionada.

En el Concilio de Jerusalén, celebrado hacia el año 50, cuyo objetivo principal era determinar si el gentil piadoso creyente en Jesús debía convertirse formalmente al judaísmo (lo que implicaba ser circuncidado y seguir todos los preceptos del Antiguo testamento (o sea, la Torá judía), la postura que expuso Santiago está registrada en Hechos (15:20); la asamblea lo aprobó y posteriormente envió a otros creyentes para que comuniquen la decisión tomada: Abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de lo ahogado y de la fornicación.

Sin embargo los pasajes antes mencionados como base para la observancia dominical caen en contradicción cuando se consultan dichos textos en el original griego, pues no aparece el término "primer día de la semana" sino "el primero de los sábados" como aparece en algunas versiones más fidedignas.

El domingo se distingue expresamente del sábado, al que sucede cronológicamente cada semana, y cuya prescripción litúrgica reemplaza para los cristianos.

La Resurrección de El Greco (1586-1599).