En una sola excepción se manifestó respecto a la presión del Marqués de Azeglio para participar en festejos nacionalistas: La mayoría de los estados en los que se dividía la península itálica estaban ligados a dinastías consideradas como «no-italianas», entre ellas los Habsburgo y los Borbón.
Cuando don Bosco nació en 1815, el Imperio español, primero sometido a las ambiciones napoleónicas y después debilitado, se enfrentaba al avance del nacionalismo criollo en Hispanoamérica que llevaría al nacimiento de nuevas repúblicas declaradas varias décadas antes de la misma italiana y que jugarían un papel primordial en el desarrollo del carisma salesiano.
[38] Francisco Luis había sido viudo y tenía un hijo, Antonio Bosco, antes de su segundo matrimonio con Margarita.
[46] Especialmente la frase «no con puños, sino con amabilidad vencerás a estos muchachos» fue la base del futuro sistema preventivo de don Bosco y su inspiración en la espiritualidad salesiana.
También comenzó en ese tiempo a insistir en la idea del sacerdocio, hecho este que demostró con una gran devoción y asistencia sacramental.
Sin embargo, su memoria prodigiosa y su dedicación al estudio lo hicieron centro de aprecio en la región.
Se convirtió además en maestro del teatro, música, prestidigitación y fundó un movimiento juvenil al que llama «La Sociedad de la Alegría».
[39] Los muchachos, muchos de ellos huérfanos, comenzaron a llamarla «Mamá Margarita» y con ese nombre es recordada por la tradición salesiana.
[39] El Oratorio de Don Bosco se desarrolló entonces como un espacio en donde los muchachos podían aprender un oficio útil, asistir a los sacramentos y tener un patio para jugar sanamente con los amigos.
Hasta entonces los muchachos tenían que buscarse por su propia cuenta el dormitorio, muchos de ellos lo hacían en la calle.
[69] Por otra parte, la situación difícil que enfrentaba en aquella época el avance del nacionalismo italiano no pocas veces hostil a la Iglesia, causó que los seminarios fueran cerrados, en no pocas ocasiones el Arzobispo de Turín fue exiliado y las órdenes religiosas perseguidas.
Esta misma situación hizo que el Oratorio se convirtiera además en un oasis para la Iglesia y por esta razón muchos seminaristas diocesanos y religiosos fueran enviados a seguir sus estudios de formación sacerdotal con don Bosco.
El primer país extranjero en recibir a los salesianos de don Bosco fue Francia con casas en Niza en 1875, Marsella en 1878 y París en 1884.
Si bien don Bosco era un sacerdote diocesano, comenzó a desarrollar la idea de una comunidad religiosa que pudiera continuar su misión.
Pero semejante plan era contraproducente en una época en la que se agudizaba la lucha entre el poder del Estado y de la Iglesia.
Sin embargo, su posición le permitió la apertura de los nuevos oratorios y una continua afluencia juvenil.
Discretamente, don Bosco continuó su trabajo sobre la regla para su proyecto, pero no tomó ninguna acción abierta.
Urbano Rattazzi no solo apoyó con sus palabras la creación de una nueva sociedad religiosa, sino que también aportó su experiencia legal.
El papa León XIII terminó por dar lugar al arzobispo Gastaldi en una concordia forzada, y ordenó a don Bosco pedir disculpas por escrito.
Sólo entonces León XIII decidió concederle a don Bosco los privilegios que solicitaba para su congregación.
El destino específico de esa expedición fue la Argentina y don Bosco pensó en la Patagonia en particular.
[107] Además, los religiosos salesianos conservaban sus bienes y pagaban impuestos como cualquier ciudadano, siguiendo la particular idea del fundador Juan Bosco: salesiani nel secolo.
[107] La idea de don Bosco era establecer una administración independiente del Estado argentino: el Vicariato y la Prefectura.
Entre los diversos autores que estudiaron los sueños de don Bosco,[112][113] destacan Pietro Stella,[114] y Michael Mendl.
Con su pensamiento humanista cristiano, aportó soluciones que respondían a su preocupación por resolver los problemas sociales y educativos, desarrollando al máximo la dignidad de la persona.
[129] Sobre la Primera guerra contra el Imperio austríaco, don Bosco narró lo siguiente en sus Memorias del Oratorio:
Escribió: Los «sacerdotes patriotas» (por ejemplo, Giovanni Cocchi) inflamaron de amor patrio a sus muchachos y empuñaron las armas para participar en la guerra contra los austríacos.
Don Bosco dice que «en lugar de llorar» por su muerte, sus hijos deben hacer firmes propósitos de «permanecer seguros en la vocación hasta la muerte», del trabajo constante, el buen ejemplo para los alumnos y la práctica del sistema preventivo.
Por otro lado era un consagrado escritor y entre sus obras se cuentan innumerables libretos para teatro basados en historias formativas.
Don Bosco comenzó a ser fotografiado especialmente después de la segunda mitad del siglo, lo que coincide con el tiempo en el que la fotografía comienza a tener auge y razón por la cual no se tienen fotos de su más temprana juventud y niñez.