Por otro lado, su gran devoción estuvo influenciada por el rigorismo moral de la época y en general es objeto de interés para contrastar su vida con la del padre del sistema preventivo.
En la biografía, breve pero intensa como fue la vida de Comollo, Don Bosco narra varios episodios en los cuales resalta la personalidad férrea y disciplinada de Luis que complementaría aquella generosa y a la vez arriesgada del futuro santo.
Tal generosa amistad parece que obtuvo el sello de la Eternidad gracias a un sorprendente milagro.
El hecho es casi inverosímil y pertenece al género de lo paranormal.
El evento es descrito por Don Bosco no sólo en la biografía dedicada a Comollo, sino también en las Memorias del Oratorio de San Francisco de Sales y en las Memorias Biográficas de Don Bosco escritas por G. B. Lemoyne: La descripción de Don Bosco dice que el dormitorio se volvió más luminoso en ese momento y todos los seminaristas huyeron sin saber a dónde.