Cuenta con una población aproximada de 450 habitantes dedicada mayormente a labores agrícolas y ganaderas.
Su ámbito territorial es menos accidentado por lo que posee parcelas de gran extensión dedicadas a la agricultura, mientras que los pisos altos ubicados sobre los 4000 m s. n. m. sirven para la ganadería a baja escala.
Cuenta con el colegio Julio C. Tello que brinda estudios de nivel primario y secundario.
Esta especie comparte el hábitat con la vegetación autóctona andina, como el quenual, la quishuar, el molle, el ichu, y un abundante número de plantas aromáticas como el cedrón y la muña, entre otras.
La fauna autóctona está compuesta por variadas especies animales que habitan en los diferentes ecosistemas existentes.