Ceferino Namuncurá

Allí fueron recibidos por el general Luis María Campos, ministro de Guerra y Marina.

Ceferino ingresó en los talleres que la Armada tenía en la localidad de Tigre (provincia de Buenos Aires) y permaneció allí por tres meses; sin embargo, le pidió a su padre que lo sacara porque no le gustaba ese ambiente ni esa profesión.

Este organizado por el Tercer Arzobispo de Buenos Aires S.E.R.

Uladislao Castellano A principios de 1902, su salud se deterioró.

Los salesianos pensaron que en ese lugar recuperaría la salud y podría continuar sus estudios de sacerdocio.

Estudió en el colegio salesiano de Villa Sora, en Frascati, Roma.

El 27 de septiembre de 1904, Ceferino visitó al papa Pío X, junto con monseñor Cagliero, los sacerdotes José Vespignani y Evasio Garrone y otros salesianos.

Ceferino pronunció un breve discurso y obsequió al pontífice un quillango o poncho mapuche.

José Lapponi, médico personal de los papas León XIII y Pío X.

La oración, sin embargo, aparece recogida en su correspondencia[7]​ y según algunos autores fue desplazada a ese momento para subrayar su manera piadosa de morir.

La devoción popular a Ceferino Namuncurá se fue difundiendo desde mediados del siglo XX por toda la Argentina.

Se han publicado muchas biografías, álbumes e historietas sobre la vida de Ceferino Namuncurá.