Después del anuncio, el nuevo papa, si lo cree oportuno, se presenta a la gente, pronuncia su primer discurso al mundo después del cónclave —normalmente apenas unas frases improvisadas en italiano, asumiendo su papel de obispo de Roma— e imparte solemnemente su primera bendición apostólica Urbi et Orbi.
Al anunciar al pontífice elegido, se anuncia su primer nombre de nacimiento en latín en caso acusativo (por ejemplo, Eugenium,[2][3] Angelum Iosephum, Ioannem Baptistam,[4][5] Albinum,[6] Carolum,[7][8] Iosephum,[9][10] Georgium Marium),[11][12] pero se da su apellido en su forma no declinada (por ej.
El numeral que sigue al nombre unas veces es anunciado, otras es omitido (por ejemplo, en el caso de Juan Pablo II).
En la elección de Juan Pablo I, el numeral primi (primero) fue usado (el cardenal Felici anunció el nombre papal como Ioannis Pauli primi),[6] pero en la elección de Francisco no se indicó el numeral (el cardenal Tauran simplemente dio el nombre papal como Franciscum).
[11][12] Desde su adopción, la fórmula "Habemus papam" no ha seguido un modelo estricto, sino que ha variado en forma considerable.
La siguiente es la lista de los protodiáconos que han dado el anuncio Habemus Papam desde el año 1605.