[1] A los veinte años cayó enfermo y se cubrió de lepra.
Los médicos le desahuciaron y los amigos lo abandonaron y entonces hizo voto de abrazar el estado religioso si algún día llegaba a curar de tan horrible enfermedad.
El milagro se hizo y él cumplió su voto entrando en la Hermandad de Nuestra Señora del Socorro para ejercer la caridad con los enfermos, encarcelados y ajusticiados.
Más tarde, a fines del siglo XVI, fundó en Nápoles con Agustín Adorno y Fabricio Caracciolo la orden de Orden Regular de Clérigos Menores, fue su primer general y la extendió después por España.
La adoración del Santísimo Sacramento se mantiene por rotación con especial dedicación.