Francisco Caracciolo

[1]​ A los veinte años cayó enfermo y se cubrió de lepra.

Los médicos le desahuciaron y los amigos lo abandonaron y entonces hizo voto de abrazar el estado religioso si algún día llegaba a curar de tan horrible enfermedad.

El milagro se hizo y él cumplió su voto entrando en la Hermandad de Nuestra Señora del Socorro para ejercer la caridad con los enfermos, encarcelados y ajusticiados.

Más tarde, a fines del siglo XVI, fundó en Nápoles con Agustín Adorno y Fabricio Caracciolo la orden de Orden Regular de Clérigos Menores, fue su primer general y la extendió después por España.

La adoración del Santísimo Sacramento se mantiene por rotación con especial dedicación.

Retablo de San Francisco Caracciolo en la Iglesia de Santa Cruz (Sevilla) , España