En virtud del Tratado de Verdún (843), que dividió el Imperio carolingio entre tres sucesores, la isla fue incluida en la Francia Media, cuyo gobierno correspondió al emperador Lotario I.Sin embargo, surgiría otro conflicto cuando el papa Bonifacio VIII volvió a donar Córcega en 1297, esta vez al rey Jaime II de Aragón.Independiente entre 1755 y 1769, finalmente fue tomada a los genoveses por el Reino de Francia, del que formaría parte desde las guerras napoleónicas hasta la actual República Francesa.[cita requerida] Hacia la Edad del Hierro parece producirse una progresiva fusión entre los herederos de ambas civilizaciones: toma así forma el pueblo que los Griegos llamarán kóruioi (Κὁρυιοι).Lucio Cornelio Escipión ocupa Córcega en 259 a. C., durante la primera guerra púnica, empezando de ese modo una dominación ininterrumpida que durará unos siete siglos.La expulsión definitiva de las últimas fuerzas púnicas termina en 227 a. C. En un principio los romanos se limitan a controlar la isla sin iniciar propiamente una verdadera colonización.Por otra parte, los propios bizantinos se encuentran implicados en África por la invasión árabe; en 713, éstos llevan a cabo sus primeras incursiones contra Córcega desde sus nuevas bases norteafricanas.Por último, expulsados de la isla por una expedición liderada por el hijo del emperador, los moros siguen sin darse por vencidos y seguirán hostigando Córcega con sus incursiones.Pisa, con su puerto, mantenía desde la época romana estrechos vínculos con la isla, extendiendo a la vez que su propia potencia como República marítima crecía su influencia política, cultural y económica.Sin embargo, el complejo juego de alianzas y enemistades locales no permitió que dicha reconquista fuese duradera.Lo que volvió a encrespar los ánimos fue el Cisma de Occidente y la lucha por la investidura papal que se produce alrededor del último antipapa aviñonés, Benedicto XIII, apoyado por los obispos corsos favorables a Génova por una parte, y la del antipapa Juan XXIII, apoyado por los partidarios de Pisa.Este ejército, sin embargo, fue derrotado por las milicias corsas controladas por Rinuccio da Leca, encabezando una liga que reunía a casi todos los Caporales y Barones locales.En los años siguientes (los Turcos habían desembarcado brevemente solo en Bonifacio), alemanes, españoles, genoveses, franceses y corsos lucharon ferozmente por las fortalezas de la isla.Tras dar, con problemas, el consentimiento del primado pontificio estos prófugos se instalaron en 1676 en las tierras costeras a unos 50 km al norte de Ajaccio.En la región, llamada Paomia, los griegos fundaron una colonia en Cargese que, tras la ocupación francesa, ha mantenido casi hasta nuestros días su idioma y algunas tradiciones originarias, incluyendo el rito religioso oriental.La revuelta corsa se convierte pronto en asunto de interés europeo y llama la atención del embajador francés en Génova, que informa a su gobierno.Teodoro volverá a aparecer en Córcega solo dos años más tarde, para una breve tentativa frustrada de restauración y otra vez en 1743, con apoyo británico, pero igual resultado.Francia desea hacerse con Córcega (anticipándose a posibles movimientos de ingleses o españoles) pero sin iniciar abiertamente un conflicto europeo.Solo dos años antes, precisamente en París, Vittorio Alfieri había dedicado a Pasquale Paoli "Propugnator magnanimo de' Corsi" su tragedia Timoleón.Los siguientes años vieron cómo aumentaba la tensión en Córcega, ya que a los revolucionarios se oponían los contrarrevolucionarios, creando así una lucha permanente, aunque esta situación no desembocó en combates sangrientos.Por otra parte los propios franceses ven Córcega como algo extraño (Chateaubriand da por descontado este dato en sus polémicas antinapoleónicas y trata de modo despectivo a sus habitantes) y, también durante el Risorgimento, los corsos, que siguen acudiendo a Universidades italianas, se consideran parte de la comunidad italiana entendida en sentido cultural.Es esta la primera obra literaria relevante que utiliza el corso, ya que anteriormente había pocos testimonios escritos, como mucho algunas poesías (a menudo escritas por sacerdotes), aunque los testimonios de una rica tradición oral eran numerosos, destacando los cantos, especialmente en su forma pastoral antiquísima de los paghjelle, polifonías especialmente estudiadas y admiradas por Tommaseo y hoy recuperadas por grupos musicales corsos posteriores como A Filetta.Los franceses se preocupan y contraatacan multiplicando las investigaciones parlamentarias en la isla, a la vez que el mismo presidente Sadi Carnot siente la necesidad de visitar Córcega en 1896.La Primera Guerra Mundial (1914-1918) implica fuertemente a Córcega y manifiesta la diversidad de trato hacia su población en el seno del Estado francés.Además de estos periódicos se multiplican estudios lingüísticos serios e histórico-etnográficos dedicados a la isla, editados tanto en Italia como en Córcega.Mientras tanto, debido a un error se produce un duro bombardeo aliado, que provoca muchos daños y numerosos muertos entre la población civil.El resultado fue un semi-fracaso porque no habrá más parte que predicará la unidad italiana sino movimientos poderosos para la independencia de la isla se crearán.Por otra parte, las inversiones más rentables en el terreno turístico los efectuaron sociedades que típicamente no reinvertían en la economía local los ingresos realizados.En 1975 la población alcanza (especialmente gracias a los inmigrantes) los 210.000 habitantes, pero al año siguiente se registran más fallecimientos que nacimientos y el número de ciudadanos nacidos en Córcega, residentes en Francia continental, supera los 100.000.En 1977 nace la UPC Unione di u Populu Corsu, partido encabezado por Edmond Simeoni, que sigue presente en la escena política y de orientación autonomista.
Retrato de
Pasquale Paoli
(1725-1807), por
William Beechey
, c. 1810. Este militar y político corso (nacido en
Morosaglia
) encabezó el levantamiento contra el control genovés y luego francés de la isla, por lo que posteriormente fue convertido en símbolo nacional corso.
Vista desde el satélite de Córcega que muestra su relieve montañoso. Al fondo, el
archipiélago Toscano
y el Argentario.
Menhires alineados en el recinto megalítico de
Palaghju
, cerca de
Sartè
, al suroeste de Córcega
Ruinas del puente genovés en Golo conocido como Ponte Nuovo, escenario de la batalla ganada por el ejército de Luis XV de Francia, que marcó el final de la independencia del Estado corso de Pasquale Paoli, el 9 de mayo de 1769. El puente quedó destruido casi por completo por el ejército alemán que se retiraba hacia
Bastia
en septiembre de 1943, con el objetivo de frenar el avance de las tropas italianas, con ayuda de la Resistencia local y de tropas coloniales francesas.
Tumba de
Pasquale Paoli
en la capilla cercana a su casa natal de Morosaglia, cuando el cuerpo fue transportado a Córcega en 1889. Está escrita en italiano.
Tarjeta que representa Italia y su reivindicación territorial sobre las poblaciones italianas en 1919.
Mapa de la Córcega y de Francia que muestra Italia que recupera la Córcega e invade Francia
La roca de Corte, antigua capital de la República Paolina, hoy sede de la Universidad de Córcega.