Los nacionalistas se esfuerzan en crear o sustentar una nación basada en varias nociones de legitimación política.Los primeros precedentes del nacionalismo comienzan a aparecer en el siglo XVIII, pues hasta ese momento, la idea de nación, tal y como se concibe en la actualidad, no se había formulado.Hasta ese momento, las identidades colectivas basadas en la religión o en ser súbditos de un mismo rey, prevalecían sobre las étnicas.En el siglo XX el término se generalizó (entre 1900 y 2000 en castellano hay catalogadas 385 obras que contienen la palabra «nacionalismo» en su título, 286 en francés y 2485 en inglés) para adoptar un significado diferente y en gran medida contrario al concepto de «nación» del liberalismo (la nación de ciudadanos), característico del siglo XIX.[28] Simultáneamente, particularmente en la segunda mitad del siglo, fuertes tendencias antinacionalistas han tenido lugar, siendo en general destacables las manejadas por élites.En América Latina, se da el caso del nacionalismo iberoamericano, propuesto por personajes históricos como Simón Bolívar, Francisco de Miranda, José de San Martín, José Miguel Carrera, Joaquín Edwards Bello, Manuel Baldomero Ugarte y Jorge Abelardo Ramos, que históricamente se opone a la desintegración de la Patria Grande y aboga por su reunificación, entre otros puntos.En Chile, esta expresión centrífuga se expresa en la creación de un Estado para la "Nación mapuche" apoyado por diversos sectores minoritarios.Es una forma del nacionalismo en el cual el Estado deriva la legitimidad política de la participación activa de su ciudadanía (véase soberanía popular), del grado a que representa la "voluntad general".Los ideales civil-nacionales influenciaron el desarrollo de la democracia representativa en países como los Estados Unidos y Francia.Por eso, la ciudadanía que hace suyo el patriotismo constitucional no se remite en primera instancia a una historia o a un origen étnico común, sino que se define por la adhesión a unos valores comunes de carácter democrático plasmado en la Constitución, es decir, bajo un orden jurídico expresado en el Estado de Derecho.Nacida en Francia a través del escritor Renaud Camus, esta teoría conspirativa[39][40][41][42][43][44][45][46] sostiene que los franceses blancos católicos y la población blanca cristiana europea en general[47] está siendo sistemáticamente reemplazada con pueblos no europeos,[46] específicamente árabes, bereberes, levantinos, norteafricanos y subsaharianos,[44] a través de la inmigración masiva, el crecimiento demográfico y una caída en la tasa de natalidad europea.[56]En este último país, esta teoría se vincula con la mayor y más antigua teoría del Genocidio Blanco, popularizada en los Estados Unidos por el neonazi David Lane en su "Manifiesto del Genocidio Blanco" de 1995, donde afirmó que los gobiernos de los países occidentales tenían la intención de convertir a los blancos en "especies extinguidas".[60] Anthony D. Smith ha señalado que no existe un nexo claro entre el nacionalismo étnico y factores económicos.En algunos casos, sin embargo, la componente religiosa es más una etiqueta que la verdadera motivación del nacionalismo de un grupo.Los nacionalistas irlandeses no luchan por distinciones teológicas, sino por una ideología que identifica a la isla de Irlanda con una visión particular de la cultura irlandesa, que para muchos nacionalistas incluye al catolicismo, aunque no como elemento predominante.[68] Según Michael Billig, es la forma difusa que tomaría el nacionalismo en las sociedades contemporáneas, convirtiéndose en un mecanismo omnipresente de orientar las percepciones y hacer aparecer como natural la identificación entre una lengua,[69] una cultura y una comunidad política.Otra posibilidad defiende que las personas son seres sociales; el formar parte de un grupo sociopolítico como la nación, es ventajoso y contribuye a su desarrollo.Se considera que es la expresión de un rasgo general del comportamiento social favorecido evolutivamente, relacionado con el tribalismo.Los nacionalistas sostienen que las fronteras de una nación y un estado deben coincidir entre sí, por lo que el nacionalismo tiende a oponerse al multiculturalismo[72]y favorecer, consciente o inconscientemente al racismo.El filósofo A. C. Grayling describe las naciones como construcciones artificiales, "sus fronteras trazadas con la sangre de guerras pasadas".[78] Además, en The Transhumanist Handbook, Kate Levchuk afirmó que un transhumanista, por definición, "no cree en la nacionalidad"..[79] Bertrand Russell criticó el nacionalismo por disminuir la capacidad crítica del individuo para juzgar la política exterior de su patria.[84] Alfredo Cruz Prados afirma que «la misma nación es una entidad creada ideológicamente por él, y no algo natural, objetivo y anterior al mismo nacionalismo, como esta ideología afirma».[87] El escritor peruano Mario Vargas Llosa (2001) cuestionó asimismo la idea de una "identidad nacional".Este concepto, sostuvo, es "una ficción ideológica" que sirve los intereses del nacionalismo pero tiene poca substancia empírica o histórica.Vargas Llosa recordó a su audiencia en el Banco Interamericano de Desarrollo que las culturas están en continua transición y que ninguna ha sobrevivido sin tomar prestado de otras y cambiar con el correr del tiempo.Más todavía, según Vargas Llosa, las corrientes de pensamiento que atribuyen gran importancia a la identidad nacional inevitablemente amenazan la libertad y la expresión individual.América Latina está históricamente ligada "a casi todas las regiones y culturas del mundo", afirmó.Tiene dificultades para hacer otra cosa porque su punto de partida es siempre un concepto abstracto de cultura, que la concibe como una unidad uniforme u homogénea y la extiende idealmente a lo largo y ancho de un territorio sin atender a cuáles son las prácticas culturales cotidianas subyacentes o sin concederles relevancia moral y política».No obstante, considera que en países dependientes puede resultar útil para crear conciencia en la población.[90] En referencia al nacionalismo el escritor Jorge Luis Borges señaló: Desde el punto de vista de la psicología también se ha advertido que el desarrollo de un fuerte sentimiento nacionalista suele llevar a numerosos sesgos cognitivos:[91] Favoritismo del endogrupo: los que piensan como yo son mejores que los demás.
Pintura polaca de 1892 exaltando la defensa de la bandera durante la histórica
batalla de Chocim
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