Nacionalismo tibetano

Destaca el establecimiento de un gobierno soberano, moneda propia, sistema postal, leyes y costumbres, además, relaciones diplomáticas con Reino Unido, Estados Unidos, Francia, India, Nepal y Birmania.

Junto con una continua política cultural, económica, educativa y social que pretende la asimilación tibetana a China.

Además que en China los conflictos retornaron nuevamente como el la década de los años 50, donde se generó la violencia y enfrentamiento.

El presidente francés Nicolas Sarkozy, pidió al gobierno chino que haga detener la violencia.

En el 2012 los parlamentarios japoneses presentaron una resolución que urgía a China a detener la represión en Tíbet motivada por la visita del líder tibetano el Kalon Tripa al Parlmento japonés y su reunión con distintos parlamentarios, líderes religiosos y ex primeros ministros[3]​

Bandera del Tíbet.