No existen estadísticas oficiales de su población, pero se estima que viven unos 50 000 en Noruega, 20 000 en Suecia, 10 000 en Finlandia[8] y 2000 en Rusia.Actualmente, se considera que los samis son la primera población autóctona conocida de Laponia y reivindican sus derechos como pueblo indígena.Se han constituido Samediggi, parlamentos lapones oficialmente reconocidos, más como órganos consultivos que legislativos, en Noruega[10] (1989), Suecia[11] (1993) y Finlandia[12] (1996).[15] Este término nunca se ha usado en los idiomas de Laponia, puesto que los samis se refieren a sí mismos como Sámit (los samis), o Sápmelaš (de la familia Sami).En el mito sami, viaja con su hija Beiwe-Neia a través del cielo en un recinto cubierto por huesos de reno, con lo que brotan las plantas verdes en la tierra después del invierno, para que los renos puedan comer.También cubrían sus puertas con mantequilla para que Beiwe pudiera comer y así comenzar su viaje una vez más.Estos ritos se llevaban a cabo durante el Festival de Beiwe.En Noruega, particularmente, sobresalió la figura de Thomas von Westen, un misionero que predicó al pueblo Sami alrededor del año 1720.Westen, apodado el "Apóstol de los Saami", defendía el uso del lenguaje sami en la educación y la iglesia.Algunos Sami en Rusia pertenecen a la Iglesia ortodoxa rusa, y de forma similar, algunos Sami Skolt reasentados en Finlandia son también parte de una congregación ortodoxa del este, con una pequeña población adicional en Noruega.