En 1989 escribió lo que se considera una de las obras seminales del transhumanismo con el título Are You a Transhuman?
: Monitoring and Stimulating Your Personal Rate of Growth in a Rapidly Changing World.
Eligió su nuevo nombre como símbolo de su esperanza de llegar a centenario en el año 2030, una fecha en la que, suponía, la tecnología habría avanzado lo suficiente como para permitir una longevidad indefinida.
En sus propias palabras: Los nombres convencionales definen el pasado de un individuo: sus ancestros, su etnia, su nacionalidad, su religión.
Yo no soy el mismo que era hace diez años y desde luego no soy el que seré dentro de veinte.