Su capital se encontraba en Constantinopla (griego: Κωνσταντινούπολις, actual Estambul), construida sobre la antigua Bizancio, importante ciudad colonial de la Tracia griega fundada hacia el 667 a. C. durante la Antigüedad tardía, época en que el Imperio romano de Occidente todavía existía.Se destacaba principalmente la ciudad que el macedonio fundó, Alejandría, centro de proliferación del saber y la ciencia.En sí, Roma optó en dejar «todo tal como estaba», pero importando recursos económicos, ingenieros, cientistas y pensadores trabajando para su imperio.La llamó Nueva Roma, pero se la conoció popularmente como Constantinopla o Constantinópolis ('La Ciudad de Constantino').Los pueblos germánicos, ya asentados en el desaparecido Imperio de Occidente, estaban demasiado ocupados consolidando sus respectivas monarquías como para interesarse por Bizancio.Desde África, donde era más fuerte el elemento latino, zarpó Heraclio para rescatar a los últimos restos del Imperio romano.Este viaje era a sus ojos una empresa religiosa y durante todo su reinado ese interés fue capital.Esta situación fue aprovechada por otros enemigos de Bizancio, como los ávaros y eslavos, que pusieron sitio a Constantinopla en 626.Los árabes continuaron presionando, llegando incluso a amenazar la capital, pero la superioridad naval bizantina, reforzada por su magníficas fortificaciones navales y su monopolio del «fuego griego» (un producto químico capaz de arder en el agua) salvó al Imperio bizantino de la destrucción.Durante estos años, la crisis en que se ve sumido el Califato Abasí, principal enemigo del Imperio en Oriente, debilita considerablemente la ofensiva islámica.El poder de Bulgaria fue, sin embargo, declinando durante el siglo X, y, a principios del siglo siguiente, Basilio II (976-1025), llamado Bulgaróctonos ('Matador de búlgaros') invadió Bulgaria y la anexionó al Imperio, dividiéndola en 4 temas.Existía también desacuerdo en otros muchos temas menores, y subyacía, sobre todo, el enfrentamiento por la primacía entre las dos antiguas capitales del Imperio.Más aún, un siglo después, Manuel I Comneno sufriría otra humillante derrota frente a los selyúcidas en Miriocéfalo en 1176.Los europeos en conjunto eran denominados despectivamente como "francos", pueblo recordado por conquistar los antiguos territorios del Imperio occidental durante la época de Carlomagno.Los mandatarios bizantinos estudiaron la unión de las Iglesias y ocasionalmente incluso llegaron a imponerla por decreto, pero los ortodoxos no la aceptaron.Algunos combatientes occidentales llegaron en auxilio de Bizancio, pero muchos prefirieron dejar al Imperio sucumbir, y no hicieron nada cuando los otomanos conquistaron los territorios restantes.A estas les seguían en tamaño otras ciudades menores como Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Trebisonda, Edesa, Nicea, Tesalónica, Tebas y Atenas.Estos crímenes atroces fueron sumamente frecuentes en la historia del Imperio bizantino, especialmente en las épocas de inestabilidad política.La organización territorial se basaba, desde el siglo VII, en los themata ('temas'), provincias al mando de un strategos o general.Continuación del Ejército romano, en los siglos III y IV fue sustancialmente reformado, desarrollando sobre todo la caballería pesada (catafracta), de origen persa.La armada bizantina tuvo un papel preponderante en la hegemonía del Imperio, gracias a sus ágiles embarcaciones, llamadas dromones (dromos) y al uso de armas secretas como el «fuego griego».Sin embargo, en los años 680 y 681, en el III Concilio de Constantinopla se retornó definitivamente a la ortodoxia.Se enfrentaron dos grupos religiosos: los iconoclastas, partidarios de la prohibición del culto a las imágenes o iconos, y los iconódulos, que defendían esta práctica.Todos estos conflictos internos no ayudaron a resolver el cisma que se estaba produciendo entre Occidente y Oriente.La literatura, como en general la cultura bizantina en todos sus aspectos, se caracteriza por tres elementos: helenismo, cristianismo e influjo oriental.Cristianismo porque esa fue desde Constantino la religión del Imperio, a pesar de la oposición intelectual hasta bien entrado el siglo VI; influjo oriental por la estrecha relación con pueblos asiáticos y africanos.En la historia del arte y la arquitectura bizantinas suelen distinguirse tres períodos o «Edades de Oro».La Segunda Edad de Oro coincide con el renacimiento macedónico (siglos IX, X y XI).Anteriormente dominaba el estilo romano tardío, aún en la misma Constantinopla, según lo evidencian diversas estatuas erigidas por toda la ciudad.De la cultura Helenica[10] Bizancio heredó la decoración mediante mosaicos que llegaron a su máximo esplendor con este imperio.
Mapa del Imperio bizantino en el año 550, bajo el reinado de Justiniano.