La corte imperial utilizó el vestido como un elemento de ostentación, clase y poder, con una iconografía muy definida.
Durante los primeros años del Imperio se continuó utilizando la toga romana como vestimenta oficial.
Sus pies están cubiertos con unas botas al estilo persa, es decir, blancas con bordado en color rojo.
A la izquierda de Justiniano, la guardia pretoriana porta togas blancas sobre las que se colocan clámides púrpuras.
A la derecha del emperador, el arzobispo Maximiano aparece representado con una túnica dorada sobre toga blanca.