Muy pronto los otomanos atravesaron el Bósforo y se instalaron también en Europa, donde sometieron progresivamente a todos los Estados cristianos de la península balcánica.
Arslan-Israíl, enviado al oeste por Mahmud, se asentó en las fronteras del Imperio bizantino, donde comenzó a suponer una amenaza para este.
El reinado de Constantino IX resultó desastroso para Bizancio, en especial por la ruina del tesoro acumulado principalmente por Basilio II.
La captura del príncipe georgiano Liparit motivó una tregua entre el Imperio bizantino y Tugrïl Beg, que aceptó liberar al cautivo.
Esto se debió a que aquel no deseaba extender su autoridad por Asia Menor, sino apoderarse de Egipto fatimí.
En el 1077, se declaró sultán independiente, soberano del Sultanato de Rum, y estableció la capital en Nicea, recién conquistada.
Pese a esto, el sultanato fundado por Suleiman carecía de cohesión:[38] las bandas turcas asentadas en la región conservaban bastante autonomía, al igual que las poblaciones cristianas, griegas o armenias.
[39] En todo caso, la firma de un tratado entre Alejo y Suleiman permitió a Constantinopla eliminar la amenaza del asedio enemigo.
Aunque este no abandonó sus ambiciones, tuvo que huir perseguido por una escuadra bizantina al mando de Constantino Dalaseno y Juan Ducas.
[45] Pese al tratado de paz, los selyúcidas no abandonaron su hostilidad hacia Bizancio; Abul Qasim lanzó un ataque contra Constantinopla, que resultó infructuoso.
Aunque los pechenegos habían sido casi aniquilados, no pudo retirar completamente las tropas de la frontera occidental para emplearlas en el este.
Los señores aceptaron el hecho consumado, pero los soldados se indignaron porque este les privaba del esperado botín; precisamente lo que deseaba Alejo.
[59][56] Antioquía quedó pronto sitiada, pero la marcha de Tatikios[nota 3] a Chipre hizo que Bohemundo declarase inválidos sus compromisos para con el Imperio bizantino.
La primera cruzada resultó un éxito indiscutible para el Imperio bizantino, que restableció su soberanía en las regiones occidentales y meridionales de Anatolia.
El segundo grupo, con Manuel al mando, continuó hacia Iconio, atravesando desfiladeros a menudo boscosos, ideales para una celada.
[96] Los atacantes se encarnizaron principalmente con el ala derecha bizantina, acosada duramente por los arqueros turcos, a los que Manuel finalmente logró repeler.
[93] La victoria permitió a los turcos consolidar su posición en la región y volverse una potencia en la zona:[97] unificados en un solo Estado, habían demostrado capacidad para resistir los embates bizantinos.
Sin embargo, a la muerte de Manuel, acaecida en el 1180, las fronteras imperiales eran más débiles que cuando ascendió al trono.
En el sultanato mismo, la llegada al poder de Kaikosru I (1192-1197) no cambió la situación y las disputas entre hermanos continuaron.
El Despotado de Epiro se formó en las tierras del oeste y tuvo por primer señor a Miguel I Comneno Ducas.
[107] Teodoro aprovechó los conflictos internos de los selyúcidas para conquistar territorios en Caria, Capadocia y en Galacia, sobre los costa del Mar Negro.
Juan III Ducas Vatatzés (1222-1254) solidificó los lazos comerciales con los selyúcidas mientras que al mismo tiempo formó un sistema de feudos para defender la frontera.
Kay Khusraw fue sometido a los mongoles y las tribus turkmenas se despegaron de la autoridad seljúcida, infiltrándose por su cuenta en Anatolia.
Así, en Magnesia, los habitantes saquean el botín acumulado por Roger de Flor y cuando éste regresa pone sitio a la ciudad.
Recién en 1314 un nuevo ejército bizantino, sostenido por los serbios, consiguió cercar y derrotar a los 1800 turcos presentes en la península de Galípoli.
[150] Sin embargo, la ciudad de Nicomedia cae en 1337[151] y sólo villas como Filadelfia o Heraclea del Ponto son aún bizantinas en Asia.
[171] En 1350, Juan VI utilice navíos turcos que remontan el río para retomar Beroia, caída en manos de los serbios algunos años antes.
[243] Mehmed II, tras someter a los Karamanidas prepara la conquista de Constantinopla aislándola diplomáticamente mediante tratados con Venecia y con Juan Hunyadi.
[245] Las relaciones entre los dos estados se degradan cuando los bizantinos reprochan a Mehmed el no pagar la pensión acordada de Orkhan y amenazan con liberarlo.
Los dos déspotas se pelean tras la partida de Mehmed II; Tomás busca el apoyo del papa, mientras Demetrio espera la ayuda otomana.