Basilio II

Junto a su hermano Constantino VIII[nota 4]​ fueron coronados antes de que su padre, Romano II, muriera en 963, pero eran demasiado jóvenes para regir.

A pesar de las guerras casi constantes, Basilio se distinguió como administrador, que redujo el poder de las grandes familias terratenientes que dominaban la administración y el ejército imperial, llenando su tesoro y llevándolo a su mayor extensión en cuatro siglos.

Aunque sus sucesores eran gobernantes en gran medida incapaces, el Imperio floreció durante décadas después de su muerte.

[12]​ Según el historiador del siglo xix George Finlay, Basilio II se veía a sí mismo como «prudente, justo y devoto; otros lo consideraban severo, rapaz, cruel e intolerante.

En ese momento, se pensaba comúnmente que su inesperada muerte fue el resultado de un envenenamiento con cicuta;[34]​ los cronistas León el Diácono y Juan Escilitzes insinuaron que Teófano era la responsable,[17]​ y según Escilitzes, había sido cómplice con su esposo en un intento anterior de envenenar a Constantino VII.

Como presidente del Senado bizantino, era un político astuto y talentoso que esperaba manipular a los jóvenes emperadores.

[59]​ Se le permitió vivir, pero murió ciego, ya sea por enfermedad o por haber sido mutilado como castigo por su insurrección.

A cambio, exigió casarse con la hermana menor del emperador, Ana,[67]​ pero este dudó al principio.

Los bizantinos veían a todos los pueblos del norte de Europa —a saber, francos y eslavos— como bárbaros.

Ana se opuso a casarse con un gobernante bárbaro porque tal matrimonio no tenía precedentes en los anales imperiales.

[70]​ Una vez que se sofocó el conflicto interno, Basilio II dirigió su atención a los otros enemigos del Imperio.

El califa Al-Aziz optó por adoptar una postura más agresiva en Siria y nombró a Manjutakin como gobernador de Damasco.

[78]​ Esta derrota hizo que el emperador volviera al conflicto; llegó a Siria en octubre de 999 y permaneció ahí durante tres meses.

[92]​ Aunque el zar titular Román de Bulgaria fue capturado en 991, Basilio II perdió Mesia ante los búlgaros.

[97]​ Al año siguiente, movilizó su ejército a Filipópolis y ocupó la longitud del camino militar desde los montes Hemo occidentales hasta el Danubio, cortando las comunicaciones entre los dominios macedonio centrales de Samuel y Parístrio (las tierras al sur del bajo Danubio).

Skopie se rindió poco después de la batalla,[100]​ y el emperador trató a su gobernador, Romano, con abierta amabilidad.

[112]​[113]​[114]​[40]​ Mostró una habilidad política considerable en su trato con los búlgaros vencidos, otorgando a muchos exlíderes títulos cortesanos, puestos en la administración provincial y altos mandos en el ejército.

[118]​ La integridad del Imperio bizantino se vio amenazada después de que estallara una rebelión a gran escala dirigida por Bardas Esclero en 976.

Esto obligó al sucesor del gobernante georgiano, Bagrat III, a reconocer la nueva reorganización.

[120]​ El rey Jorge quemó la ciudad de Oltisi para evitar que cayera en manos del enemigo y se retiró a Kola.

En diciembre, el rey armenio Senekerim de Vaspurakan, aliado georgiano, que estaba siendo hostigado por los turcos selyúcidas, entregó su Reino al emperador.

[123]​ Durante las rebeliones bizantinas, Italia fue abandonada a su suerte; estaba mal defendida y protegida únicamente por las milicias locales.

El gobierno bizantino intentó sin éxito disuadir al emperador, que inició sus incursiones a partir del verano de 981.

[127]​ A finales del siglo x, pocos acontecimientos importantes tuvieron lugar en Italia y las posesiones bizantinas apenas se vieron amenazadas.

[129]​ Otón III, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, envió una embajada en 996 a Basilio II, dirigida por Juan Filigato y Bernardo de Hildesheim, para casarse con una princesa bizantina.

Sin embargo, no fue hasta 1001 y una nueva embajada encabezada por Arnulfo II, el arzobispo de Milán, que las negociaciones tuvieron éxito.

[130]​[131]​ A medida que los árabes continuaban con sus incursiones en territorio bizantino, se cernía un gran peligro para sus posesiones en Italia.

Finalmente, se unieron a los lombardos sublevados y Melo derrotó repetidamente al catapán León Tornicio en la primavera de 1017.

En diez meses, este último reprimió la revuelta lombarda y, en octubre de 1018, infligió la mayor derrota al ejército lombardo-normando en Cannas (actual Barletta), en la orilla derecha del río Ofanto.

Otras fuerzas bizantinas restauraron gran parte del sur de Italia, que se había perdido durante los ciento cincuenta años anteriores.

Coronación de Basilio como coemperador, miniatura del Skylitzes Matritensis .
Moneda de Nicéforo II (izquierda) y Basilio II (derecha).
Histamenon de Basilio II (izquierda) y Constantino VIII (derecha).
Choque de los ejércitos de Esclero y Focas en Pankalia , miniatura del Skylitzes Matritensis .
Campañas militares durante las guerras búlgaro-bizantinas .
El príncipe armenio Gregorio Taronita es emboscado por los búlgaros cerca de Tesalónica , miniatura del Skylitzes Matritensis .
Victoria bizantina sobre los búlgaros en la batalla de Clidio , miniatura del Skylitzes Matritensis .
Triunfo de Basilio II a través del Foro de Constantino , miniatura del Skylitzes Matritensis .
La estepa póntica , c . 1015. Las áreas en azul son aquellas que posiblemente todavía estaban bajo el control de jázaro.
Una miniatura que representa la derrota del rey georgiano Jorge I por Basilio II. Skylitzes Matritensis , fol. 195v.
Basilio II (izquierda) y Constantino VIII (derecha) en un rollo del Exultet de Bari , producido durante el último reinado de Basilio. [ nota 8 ]
El Imperio bizantino a la muerte de Basilio II en 1025.
Personificaciones de Serbia y Croacia frente a Basilio II, pintura de Joakim Marković , siglo xviii .
Sello del Comité Macedonio durante la Disputa por Macedonia , que representa a Basilio II (frente) y Alejandro Magno .