El estado, cuya capital era Nicea, finalmente se expandió sobre una gran parte de Asia Menor y la Grecia continental, y se extendió sobre los territorios del Despotado de Epiro, otro estado sucesor del Imperio bizantino.
Sin embargo, Vatatzes se impuso a sus fuerzas combinadas en la Batalla de Poimanenon, asegurándose el trono y recuperando casi todos los territorios asiáticos en poder del Imperio Latino.
Con Trebisonda carente de un poder real, Nicea era el único estado bizantino que quedaba, y Juan III expandió su territorio hasta el mar Egeo.
Teodoro II Láscaris, el hijo de Juan III, tuvo que hacer frente a invasiones búlgaras en Tracia, pero defendió con éxito su territorio.
Juan IV Ducas Láscaris le sucedió, pero como todavía era un niño, reinó bajo la regencia del general Miguel Paleólogo.
Le sucedió Juan IV Láscaris, pero como aún era un niño quedó bajo la regencia del general Miguel Paleólogo.
Se alió con Génova y su general Alejo Estrategópulo dedicó meses a estudiar Constantinopla para planear su ataque.
Los soldados fueron trasladados de Asia Menor a Europa, dejando la antigua frontera relativamente indefensa.
Las incursiones de los ghazis' turcos quedaron sin control, y la frontera se vio cada vez más invadida.
La usurpación del legítimo gobernante lascárida, Juan IV Láscaris, por Miguel VIII Paleólogo en 1261 alienó a gran parte de la población contra el restaurado Imperio bizantino en Constantinopla.
El fin definitivo del Asia Menor bizantina llegó con la caída de Bursa en 1326, Nicea en 1331 y Nicomedia en 1337.
La pronoia militar recuperó protagonismo y se resucitó también el antiguo sistema defensivo de los akritai fronterizos.
Buscando una mayor lealtad y un menor coste, Teodoro II (1254-1258) concentró en el taxeis lo más granado de las tropas indígenas bizantinas, pues deseaba levantar un ejército formado fundamentalmente por bizantinos, pero el recurso a tropas extranjeras o mercenarias fue inevitable.
Pero buena parte del ejército central de Nicea estaba formado por cumanos y -sobre todo- latinos.
Los cumanos eran nómadas asiáticos, arqueros a caballo que constituyeron una parte muy importante de los ejércitos bizantinos desde el siglo XI.
En cuanto a los latinos, formaban un grupo heterogéneo, donde había ingleses, italianos, alemanes, españoles y franceses.